Hay cocinas tan aficionadas a viajar como nosotros los catalanes en verano. Traspasan fronteras como si no las hubiera y tan pronto hacen viajes cortos como se atreven a ir a cualquier parte del mundo. La italiana es, junto con la japonesa, la más viajera de todas.

Son muchos los restaurantes de comida italiana en Barcelona donde degustar platos típicos del norte, del centro o del sur del país de la bota. Pero no son tantos, incluso pocos, en los que se puede vivir una experiencia completamente auténtica. En el Bar Bacaro se puede comer comida italiana de calidad, como en muchos sitios, pero en un ambiente que hace que el que viajes a Italia seas tú.

Comida italiana de mercado, en un pequeño e incómodo local situado en una angosta calle del Raval, (justo detrás de la Boquería), servida por italianos, con clientela italiana y regentado por el alma del negocio, Mauri, italiano de pura cepa y con perfil más italiano que los propios italianos. Mauri le pone el alma y el ritmo al restaurante vendiéndote cada plato de forma que te predispone todos los sentidos hacia probar "il miglior del mondo”, el mejor de los ingredientes en cada plato.

En el Bar Bacaro hacen la comida italiana más popular, cuidando tanto de cada ingrediente que lo que parece que puedes comer en casa se hace distinto en la boca. Una carta corta, escrita a mano, que tiene tres sencillas partes: antipasti, pasta hecha en casa y platos de carne o pescado fresco. Empezamos por una Ensalada de tomate con boquerones y olivada, que era tan sencilla como perfecta y buena, y unas Sardinas en saor (adobo), con cebolla por encima, cuya carne tersa y sabor intenso nos hicieron sonreír y esperar con ganas la fiesta de los principales.

Ensalada de tomate con boquerones y olivada

Sardinas en saor con cebolla

Los platos de pasta, hecha a diario en casa (¡se nota!) tienen personalidad. El primero que probamos, unos Capelacci (gorros, en italiano) rellenos de mortadela con crema de apionabo, que estaban de rechupete. Seguimos con unos Passatelli con setas y trufa de verano, una pasta en forma de gusano que no lleva trigo y que se hace distinta en cada bocado. ¡Un plato que recomendamos no saltarse! Completamos este capítulo con unos Linguine (un tipo de espagueti) vongole, a los que solo se le hecha el marisco o pescado fresco del día. En nuestro caso, una generosa cantidad de almejas frescas, que hicieron imposible que no nos chupáramos los dedos.

Capelacci rellenos de mortadela con crema de apionabo

Passatelli con setas y trufa de verano

Linguine vongole

Para probar los platos principales, decidimos degustar los medallones de rape en lecho de calabacín, un plato perfecto y honesto, aunque no tan destacable como los del párrafo anterior.

Medallones de rape en lecho de calabacín

El apartado de los postres es de obligada “visita”. En la misma línea que el resto del menú, combinan los ingredientes de calidad con mucho mimo. Destacamos el Tiramisú y la Piña macerada. Y con todo el menú, podrás degustar vinos italianos bien seleccionados

Tiramisú

Piña macerada

Antes de terminar, un “warning”. El Bar Bacaro no es barato, a pesar de lo cual es un local que suele llenar. Una cocina muy fresca y de producto nunca puede ser económica, porque el mejor de los alimentos, aunque sea tomate o boquerón, siempre tiene un coste superior. Pero un viaje a la Italia de verdad, bien merece un pequeño esfuerzo económico. Al fin y al cabo, un billete de avión siempre nos costará más caro.

Puntuación
Comida   Vinos
67   60
Servicio   Local
63   58
Precio   Estrellas Miguelín
40€  
Por persona: entrante (a compartir), principal, postre y copa de vino  

¿Dónde está el Bar Bacaro?

Dirección: Carrer de Jerusalem, 6, 08001 Barcelona

Teléfono: 931 15 66 79

Horario: De lunes a sábado de 13:30-16:00, 20:30-24:00. Domingo cerrado.