Letizia y Felipe han vuelto a Dinamarca por un viaje de Estado con la reina Margarita, familiar de la reina Sofía. Un acto institucional que se ha postergado durante varios años debido a los problemas de espalda de la monarca. Curiosamente, este viaje coincide con el primero que hicieron los reyes como príncipes. Fue su primer viaje como prometidos. En aquella época, la reina ya triunfó con su elegancia. Todos los medios de comunicación internacionales han alabado el gusto de la madre de Leonor y Sofía a la hora de vestir, siempre muy acertada. Su estrategia es combinar prendas ‘low cost’, que se agotan en cuestión de segundos, con otras de alta costura, como Carolina Herrera, pero siempre de diseñadores españoles. Letizia siempre confía en alguno como su diseñador de cabecera. Cuando formó parte de la realeza, su primer voto de confianza fue a Lorenzo Caprile.
Precisamente, en su primer viaje a Dinamarca lució un impotente vestido largo de color rojo pasión del famoso diseñador. Toda Europa se quedó sin palabras, y se habló durante semanas del modista. Letizia desfiló por la alfombra roja de la Catedral de Nuestra Señora de Copenhage como una estrella de cine, envuelta en un halo de elegancia y sofisticación.
Los medios de comunicación internacional quisieron conocer más de cerca al modista. Dio el salto internacional gracias a la princesa, su gran amiga. Creó un crepé y tul de seda, con escote retro y mangas semitransparentes. La futura reina deslumbró en la alfombra roja y demostró que no le venía grande el papel que le acababan de asignar.
Lorenzo Caprile y Letizia rompieron su relación a finales de la década de los 2.000
Sin embargo, en esa ocasión no fue ella quien decidió que Lorenzo Caprile fuera su diseñador de cabecera. Más bien el modista es un íntimo amigo de la infanta Cristina y fue ella quien hizo la recomendación a Zarzuela. En aquellos años, la mujer de Iñaki Urdangarin era la única aliada de Letizia en Casa Real.
Durante los primeros años le realizó varios vestidos, como el vestido con corpiño brocado de seda, que lució la reina en la cena de gala previa a la boda danesa y el diseño gris perla de seda que lució en la cena de gala previa a su boda. Lorenzo Caprile también vistió a la entonces princesa en su primer viaje a Nueva York, en octubre de 2004.
La última vez que Letizia vistió de Caprile fue en 2017, cuando recibieron en palacio al presidente de Israel. Pero en esa ocasión rescató la falda de mantón de manila que usó en Nueva York.
Aunque nunca más lució uno de sus diseños, Letizia le entregó al modista la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, en 2018. Dejó de trabajar con Lorenzo Caprile a finales de la década de los 2.000. Hay rumores que apuntan a la mala relación familiar. La ahora reina quiso desvincularse del pasado que la unía a los Borbón. Como fue idea de la infanta Cristina dejó de llamarle.