"El Caballero del Cisne del ciclo artúrico. La fábula de la chica que se convierte en Princesa y salva la Corona en peligro, la metáfora griálica del vástago de ambos, destinado a unificar todos los reinos en uno". Así empieza un libro dedicado a la reina Letizia que está envuelto en una halo de misterio. "Letizia, una reina con pasado', de Valeria Winter. Ha puesto sobre la pista la revista Vanitatis, y ciertamente, el escrito viene acompañado de algunos fenómenos extraños, aunque no esperen descripciones como las de su primo en Adiós, princesa. Por ejemplo, este tipo de ensayo sólo se puede comprar por Amazon en versión digital, no se encuentra en papel.
Por no hablar de su autora, una mujer de la que no hay rastro en redes sociales ni en medios de comunicación, que sólo se nos presenta, tal como se describe ella misma, como "escritora y periodista de origen francés, especializada en temática histórica, social y política y sobre cualquier aspecto de interés humano en general", acompañada con una foto borrosa en blanco y negro... Y que sólo ha escrito este libro. Y la manera como lo ha hecho, tampoco es habitual: en base a cartas astrales, numerología, heráldica y un montón de conjeturas sin ningún tipo de base. "Doña Letizia pertenece a Virgo (nació el viernes, 15 de septiembre de 1972, un signo de tierra y ambivalente. Y es una Virgo positivista".
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Según la autora, que le ha hecho una carta astral a la reina, las conclusiones a las que ha llegado son las que se podrían hacer de ella únicamente observando sus actos:"sociable pero reservada. Solo se abre a sus seres queridos más próximos. Frente a los demás, sobre todo en ámbitos profesionales, puede resultar fría y distante al primer pronto". Nada que no se sepa. Y sobre la relación con su familia, los astros también han dictado palabra. Sobre Felipe: "la tendencia negativa de Virgo que tiene la Reina queda anulada por don Felipe, quien es Acuario y está atenuando su excesiva energía y su afilada autocrítica, que a veces, al no saber canalizar adecuadamente, puede volverse contra ella misma". Y sobre las niñas: "La numerología la encuadra como una mujer con tendencias maternales, a la que le gustan los niños, pero no demasiados. Quería ser madre y ya lo ha logrado en dos ocasiones, pero al mismo tiempo desea que ello no le coarte su vida profesional".
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En definitiva, se dibuja una Letizia destinada a ser reina, no por la gracia divina, sino por la de las estrellas: "Cualquier verdadero entendido en la materia observa de golpe la curiosa configuración astral que constela desde niña el espectro zodiacal de doña Letizia. Es como si una confabulación de fuerzas hubiese determinado el modelo de reina ideal para la época en la que nos encontramos".