La mayoría de relaciones matrimoniales no se rompen por la rutina. Si no todos los matrimonios acabarían en ruptura. Tiene que haber alguna cosa más. El divorcio del hijo de Isabel Pantoja Kiko Rivera no ha sido una sorpresa ni para él ni para nadie. Paquirrín ya rompió la relación con Jessica Bueno, la madre de su primer hijo, Francisco, y ahora lo ha vuelto a hacer con la madre de sus dos hijas, Ana y Carlota. Rivera se ha creado a un personaje que lo ha devorado: holgazán, despreocupado, amante de la fiesta, la cocaína y las mujeres. Hubo una época en que cada semana la revista Interviu tenía en portada el topless de una novia de Kiko Rivera. Tuvo a puñados. Con su mujer, Irene Rosales, no ha sido diferente. Le ha puesto los cuernos y ahora un periodista ha roto el pacto de silencio que existía a la prensa rosa para no explicarlo. Por mucho que la pareja niegue que el divorcio sea por "terceras personas", la realidad es que Irene Rosales lleva unos cuernos como la Giralda.

Telecinco ha explicado dos infidelidades muy chaladas que rompieron la confianza de Irene Rosales. El programa Vamos a ver explica que "En el año 2018 en Punta Cana, cuando ya estaba casado con Irene, Kiko Rivera acudió a un festival de DJs que se celebraba en el hotel Continental y conoció a la chica. En ese momento se encapricha de una joven de origen marroquí que vivía en París. El hijo de Isabel Pantoja no se escondía y varias personas le habrían visto en actitud cariñosa con esta mujer. Se pasea por todo el hotel comiéndole la boca, abrazándola y quitándose el anillo de casado. Me cuentan que no se cortaba ni un pelo". La chica marroquí no fue la única. En otro programa de la cadena, Fiesta, revelan otra chica de Nueva York que se parecía físicamente a Shakira.

Kiko Rivera mantuvo a esta otra mujer como una relación paralela a su vida de casado con Irene Rosales durante años. Un confidente revela ""Kiko conoció a esta mujer en el año 2018 en Nueva York y que allí comenzaron una relación que ha durado años, llevaban una relación normal, como dos enamorados, que han quedado varias veces y que también mantenían el contacto de forma online. A él ella le gustó en cuanto la vio, decía que era igual que Shakira. Era una fiesta de españoles en un ático maravilloso de Nueva York y él no se cortaba, estaba con esa chica, que se parece muchísimo a Shakira, y le daba igual que le viésemos. Los que estábamos allí hicimos una especie de pacto de silencio para mantenerle el secreto a Kiko. Después de aquella noche ellos hacían vida normal como pareja, iban cogidos de la mano y cuando yo le pregunté qué eso cómo era me contestó que no lo podía evitar".

No lo puedo evitar. La excusa perfecta: el perro ladra, el gato maúlla y Kiko Rivera es infiel. Dice que lo lleva dentro y a Irene Rosales le ha parecido bien hasta que le ha dejado de parecer bien. Aquí nadie se sorprende de nada. No es como el caso de Pep Guardiola y Cristina Serra. Kiko Rivera se cree que es Gerard Pique, se liga a una chica similar a Shakira y va seduciendo mujeres cada noche. Si algún día EN Blau publica la ruptura de Gerard Piqué y Clara Chía tampoco será una sorpresa descomunal. Lo que no se entiende es que Gerard Piqué sea un mujeriego por su éxito con las mujeres y Kiko Rivera, la persona más antagónica a Piqué, también.