Dicen que después de la tormenta llega la calma y parece que Letizia querría con todas sus fuerzas que eso fuera verdad. Que se hiciera público el vergonzoso vídeo en el que despreciaba la reina Sofía fue un golpe duro en la imagen de la Reina. Las críticas no cesaban, la mayoría se posicionaba a favor de la emérita, abucheaban a Letizia y quedaba como una bruja. La Casa Real tenía que actuar rápidamente y aprovecharon la operación de rodilla de Juan Carlos I para aparentar un presunto buen rollo entre suegra y nuera.

La monarca le abrió la puerta del coche, le hizo caricias, obligó a las niñas a coger de la mano a la yaya y sonreír como nunca... Pero nada de eso fue suficiente. El teatro no coló demasiado, aunque ellos siguen actuando como si nada. Desde entonces los Reyes han tenido unos cuantos actos oficiales y en todos ellos ha reinado la complicidad, llegando con la cabeza alta y mostrándose bien alegres.

GTRES

La visita de Estado del presidente de Portugal ha vuelto a dejar imágenes de la Reina vestida de gala, con un vestido de perlas y la tiara preferida de la reina Sofía. Otro gesto con el que pretende demostrar que todo está perdonado.

La última estrategia ha llegado este miércoles. Letizia presidía la cuadragésima edición de los premios SM de literatura infantil y juvenil, un acto muy esperado porque la Reina tenía que pronunciar un discurso. Eran las primeras palabras después del escándalo y todo el mundo estaba pendiente de analizar al detalle qué decía.

Pues bien, optó por la opción con más fuerza: presumir de ser buena madre centrando el discurso en la afinidad que tiene con Leonor y Sofía. Todo empezaba con Letizia asegurando que han pasado la Semana Santa leyendo sin cesar: "Lo que más me gusta de los libros ganadores es que a mis hijas les han encantado. Los hemos leído a Semana Santa y ¡no había manera que les dejaran para que pudieran terminarlos!".

EFE

Casa real

El conjunto estilístico que escogió la reina volvió a ser de lo más sofisticado. En esta ocasión recurrió a un mono en negro senzillito, de escote V y tirantes. Una elección que combinó con un clutch azul marino con tachas y unos zapatos de alce a juego. Arriesgada, ya que el azul y el negro hasta ahora siempre se habían repelido...

EFE

La nota curiosa de la ceremonia fue la presencia de Cristina Cifuentes. La polémica le persigue este último mes desde que salieran a la luz las presuntas irregularidades que rodearían su master. Pero eso parece que no ha importado nada a la reina Letizia, quien posé bien sonriente a su lado como si nada pasara.

¿Complicidad entre criticadas?