El rey Juan Carlos está en Abu Dhabi. Su mejor amigo, el regatista Pedro Campos, parece que está en la Luna. O cómo dirían aquí, que baja del huerto. El íntimo del emérito está en todas las quinielas cuando se trata de saber novedades sobre el Borbón. El armador del Bribón 500 se llama a menudo con Juan Carlos, que nunca ha escondido su voluntad de volver a España y establecerse en Sanxenxo, bien cobijado por su amigo Campos.

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Juan Carlos y Pedro Campos (Efe)

La revista Vanitatis se ha puesto en contacto con él para saber cómo se encuentra el fugado y cuándo tiene previsto volver a España, y él se encierra como un caracol en el caparazón: "Ni lo sé, ni lo pregunto. Comentamos temas deportivos y le mandé nuestra clasificación". Campos, una de las últimas personas que vio Juan Carlos antes de hacer las maletas hacia los Emiratos Árabes, no quiere que le atribuyan el papel de ser quien le prepare el cambio de destino al rey. Según explicaba El Confidencial Digital, el emérito le habría encargado a Campos que le gestione y prepare "un refugio estable" en la República Dominicana. Pero el regatista niega la mayor: "No tengo nada que ver: no conozco a Pepe Fanjul ni a la familia. Desconozco si el Rey va a viajar a ese país, pero lo que sí reitero es que yo no no soy el que se va encargar de esa historia en el caso que don Juan Carlos quiera viajar a este país”. Y añade, con sarcasmo: "Ni que fuera yo una agencia de turismo. Don Juan Carlos tiene amistades importantes y gente que le pueda organizar su agenda".

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Juan Carlos y la familia Fanjul (GTRES)

Evidentemente, no han faltado los intentos torpes de defender al monarca a capa y espada. Es encomiable como sus amigos intentan poner la basura que arrastra Juan Carlos bajo la alfombra, pero haría falta que se taparan un poquito a la hora de hacer según qué afirmaciones de vergüencita ajena: "Hay una corriente de simpatía", dice, sobre el rey. Hombre. Una corriente de simpatía quizás es exagerado, sobre todo, en un momento que todo el mundo, incluso su familia, parece repudiar de él y lo envía muy lejos para no pasar vergüenza. Pero Campos, erre que erre:  "Los ataques han sido tremendos y no nos podemos olvidar de su gran papel de representación en el mundo entero y de lo mucho que ha hecho por España. Abrió las puertas a la democracia, paró un golpe de Estado y los que hemos viajado con él al extranjero hemos visto el prestigio que tiene en países como Finlandia o Suiza, donde no hay monarquía"... No, si al final resultará que tenemos que proponer a Juan Carlos a Premio Nobel de la Paz...