Quiero y no puedo. Esta es la triste realidad de Zarzuela. Una institución caduca, inútil, fuente de escándalos y absolutamente alejada de su gran patrimonio: los súbditos del reino. Felipe, Letizia y el resto de cromos de la Familia Real intentan vendernos 'la moto' de una monarquía moderna y próxima, pero los únicos compradores de esta fábula son los de siempre: cortesanos sin espíritu crítico y una única misión a la vida, la de jalear a la Corona española como si se tratara de un partido de fútbol presidido por Manolo el del Bombo. El problema, sin embargo, es que no soportan la más mínima comparación con sus homólogos europeos o británicos. Ya que estamos hablando de fútbol, el deporte "favorito" de la reina consorte, se podría hablar de goleada humillante.

Uno de los casos más recurrentes es todo aquello que sale del palacio de Windsor y de sus miembros más conocidos: cada movimiento, acto, palabra o incluso silencio deja la jefatura del estado español como una ópera bufa de cuarta. Por mucho que se esfuercen los Borbones, no pueden competir. Es una lucha desigual y sin posibilidad de remontada. Sin embargo, no son los únicos.

Guillem Kate aplauso sanitarios BBC

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton aplaudiendo a los sanitarios durante la pandemia / BBC

elionor homenaje covid EFE

Felipe, Letizia, Leonor y Sofía durante el homenaje a las víctimas de la covid / EFE

Otra monarquía que deja a España con las vergüenzas al aire es la de Holanda, con la reina Máxima como gran referente. Sus formas están siempre a años luz de distancia de Letizia: una es natural, la otra parece salida directamente del Museo de Cera. La impostura de la española, llena de manías y con un estilo estirado y frío no tiene remedio. Jamás la veremos emulando a los neerlandeses, un pueblo supuestamente menos expresivo y cálido que la leyenda ibérica. Se han cambiado los papeles, vaya.

La última muestra, una serie de fotografías sensacionales de la consorte compartiendo un rato con el sector del transporte en Holanda, charlando de forma amistosa con las trabajadoras e inmortalizándose en la cabina de un camión de grandes dimensiones. Podríamos pasarnos horas describiendo la actitud de Máxima, pero las imágenes son tan elocuentes que sería redundante e innecesario. Sólo un detalle: su sonrisa divertida mientras juega con los fotógrafos es absolutamente ciencia-ficción en Madrid. ¿Cómo imaginarse en la Letizia en esta tesitura?. Impensable.

Máxima de Holanda camión gesto EFE

Máxima de Holanda camión EFE

Máxima de Holanda camioneros EFE

Máxima de Holanda apoyando al sector del transporte subiendo a un camión / EFE

felip letizia reyes día de las fuerzas armadas 2021 efe

Letizia y Felipe, siempre estiradísimos / EFE

Máxima parece decirnos aquello de Loquillo de "yo para ser feliz quiero un camión". En cambio, cuando vemos a la reina española, la felicidad ni está, ni nadie la espera. Y así todo.