Leonor brilló con luz propia en el último acto institucional de Casa Real. Durante los días 23 y 24 de julio, toda la familia tenía un día intenso. Felipe VI, Letizia y Sofía se trasladaban con la princesa a Barcelona para acudir a varios actos relacionados con los premios Princesa de Girona 2025, que se entregaban en el Gran Teatro del Liceo el pasado miércoles por la tarde. Todos los medios de comunicación estuvieron muy pendientes de su reaparición después de finalizar su formación militar con la Armada. En el último año se la ha visto poco, y siempre con uniformes militares. Es la primera vez que aparecía vestida de gala.

La princesa ha demostrado que ya no es aquella niña tímida, ahora es una joven capaz de tomar sus propias decisiones y muy preparada para ser la futura reina de España, el reto más complicado de su vida. Los ciudadanos han valorado a todos los miembros de Casa Real y ella es quien recibe la máxima puntuación, aunque aprueban todos a excepción de Juan Carlos I. Empieza una nueva era para la corona. La institución tiene una nueva etapa más que garantizada.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Leonor presidió los Premios Princesa de Girona 2025 y todas las miradas iban a centrarse especialmente en ella. En su vestimenta, sus movimientos o su discurso. Cualquier detalle se iba a analizar con lupa.
Letizia da clases de dicción a Leonor y le escribe los discursos
Leonor inició su discurso en catalán, demostrando que domina la lengua a la perfección desde bien pequeña. No es la primera vez que la habla en público. Rindió homenaje a Eduardo Mendoza, ganador del Premios Princesa de Asturias 2025 y enamorado de la capital catalana.
‘Monarquía Confidencial’ ha desvelado que Letizia es quien se esconde detrás del discurso de Leonor en los Premios Princesa de Girona. Aunque ahora es reina, el periodismo es algo que se lleva en la sangre. Desde que abandonó la Escuela Naval de Marín, la reina y ella se pusieron manos a la obra para elaborar el escrito, además lo ensayaron durante horas hasta que lo supo prácticamente de memoria. Esto le resta personalidad a la princesa y capacidad.
Letizia le da clases de dicción y puesta en escena. Ha mejorado mucho desde que puso solución a su sonrisa. Descubrirse este secreto, ahora que la princesa ya tiene casi 20 años, ha supuesto un duro golpe para los que la aplaudían.
