El rey Juan Carlos I vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta vez, por unas revelaciones sorprendentes contenidas en su inminente libro de memorias, titulado Reconciliación, que verá la luz en noviembre de la mano de la editorial Planeta. En esta obra escrita “a corazón abierto”, el emérito no solo repasa su trayectoria como monarca, sino que también se refiere a su papel como sostén económico de toda la familia real, incluyendo a su nuera, la reina Letizia.
Vamos por partes. Según han revelado fuentes como Corinna Larsen, Juan Carlos disponía de una máquina profesional para contar billetes en Zarzuela, similar a las que se utilizan en entidades bancarias. Esta no estaba allí por casualidad: servía para gestionar ingresos millonarios en efectivo, muchos de ellos procedentes, presuntamente, de donaciones extranjeras y transferencias no declaradas, amparadas en la llamada “protección diplomática”. Esa condición le permitía introducir grandes cantidades de dinero en metálico sin los controles habituales de la Agencia Tributaria.

Juan Carlos I siempre ‘cuidó’ económicamente a varios miembros de la familia real
Se estima que el rey emérito habría movido varios millones de euros en efectivo, guardados en compartimentos ocultos dentro de su residencia oficial. Parte de ese dinero habría terminado en manos de Letizia, quien utilizaba esos fondos en tiendas de lujo, sobre todo en la calle Serrano de Madrid, donde realizaba compras de ropa, joyas y complementos de alta gama. Todo, fuera de cualquier rastro oficial. En cualquier caso, Letizia no conocía el origen exacto de esos fondos. Simplemente aparentaba ser dinero de la familia de origen lícito. Del que se usa en el día a día.
Un asunto del que Juan Carlos hablaría en el libro, aunque pasando por encima y dando su versión particular de los hechos. Se dice que el emérito revela que durante años se encargó de “cubrir los gastos privados” de varios miembros de su entorno más cercano, desde su hijo y su esposa, Letizia, hasta sus nietos Marichalar y Urdangarin. Aunque en el libro no lo reconocería de forma explícita como “sobres con dinero”, sí deja claro que él “siempre se ocupó del bienestar económico de su hijo, su esposa y sus nietos”.