Las aguas de Zarzuela siguen bajando sucias. Los cronistas reales se entretienen entre los vestidos de Letizia o el papel de la no tan santa Sofía, pero el meollo es otro. El rey emérito es uno corrupto confeso, defraudador fiscal, lobbista de intereses espurios y comisionista. Y Felipe VI sólo tiene una legitimidad: Juan Carlos. Hacen falta muchos periodistas serviles para esconder la realidad. No es el caso de Jaime Peñafiel. A sus 88 años, el decano escribe una columna en el digital República.com que revela un secreto a gritos: el padre detesta al hijo.

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Juan Carlos mira a Felipe, GTRES

Escribe Peñafiel lo que ya se sabía, que Juan Carlos impuso a los padres de la Constitución que la sucesión monárquica fuera machista. No hereda el hijo o hija mayor sino el hijo masculino. Elena marginada como primogénita y rey es el tercero, por ser un hombre. Solo Miquel Roca y Miguel Herrero de Miñón quedan vivos de los que la redactaron, pero queda claro que la Constitución es una porquería machista, contradictoria en ella misma: un artículo prohíbe discriminar a las mujeres y otro artículo las discrimina por mujeres. La razón esgrimida es que Elena no tenía capacidad intelectual para reinar.

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infanta Elena GTRES

Peñafiel revela, sabido que la hija mayor es la única que ha visitado al padre por sus 83 años en Abu Dhabi: "Me gustaría haber sido testigo no solo del reencuentro en el exilio, sino de sus conversaciones. Ante lo que está pasando por decisión de su hijo, Juan Carlos puede haber llegado a la conclusión de haberse equivocado. De haber respetado la primogenitura, Elena hubiera sido reina, con todo Derecho y él no se encontraría muriéndose en el exilio. ¡Qué caro lo está pagando!". 

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Juan Carlos y su hija favorita, en los toros, GTRES

Juan Carlos, arrepentido de no haber dejado que la "princesa Elena" fuera ahora reina Elena. España tiene un  "plantel de reinas por derecho propio como Isabel de Castilla, Blanca de Navarra, Petronila, Juana de Aragón o Isabel II. Lo verdaderamente tradicional ha sido que las mujeres no tuvieran impedimento para ocupar el trono”. En un país con militares golpistas declarados, si el coche donde van Felipe y las hijas sufre un accidente, la siguiente en la sucesión sería la reina Elena. No será "la prepará".