La explosión de la relación extramatrimonial de Iñaki Urdangarin con una abogada de Vitoria-Gasteiz parece haber dado un respiro al principal protagonista de todos los dolores de cabeza de la Corona española. Hablamos de Juan Carlos de Borbón, que sigue de vacaciones forzadas en Abu Dabi después de un año y medio fuera de España. El suegro del todavía marido de la infanta Cristina está viviendo una situación inédita: ha pasado dos días bastante tranquilos a pesar del alboroto en torno a su hija. Quizás incluso se haya sentido extraño al no ser el centro de atención, vete a saber.
Hemos de recordar que Juan Carlos e Iñaki tienen cosas importantes en común: su pasión por el dinero y las aventuras amorosas han acabado con su reputación. O cuando menos, han complicado y mucho su existencia. Hay una línea invisible entre ambos que les mantendrá ligados toda la vida, quieran o no. Puede que el vasco se arrepentirá de haber entrado en el universo monárquico, porque ha acabado replicando las conductas menos edificantes y modélicas de la familia. Ya es demasiado tarde y sigue pagando el precio.Es imposible volver atrás.
Juan Carlos e Iñaki Urdangarin tienen cosas en común / GTRES
Nos imaginamos al emérito mirando la exclusiva de 'Lecturas' en su jaula de oro mascullando la frase de "te lo dije" y sacudiéndose cualquier responsabilidad en la deriva de su yerno, quien un día fue su favorito. Unos pensamientos que le dan un poco de aire fresco y le permiten olvidar su patética imagen exterior. Sí, patética: se ha convertido en un sospechoso habitual. Cada día que pasa son menos los que lo recuerdan por aquello tan manido de "trajo la democracia" o "hizo tanto por España", y cada vez más los que sólo ven a un señor muy mayor rodeado de escándalos indignos. Sus defensores están en vías de extinción, aunque todavía colean. En su bando tenemos diarios, revistas, canales de radio y televisión y un buen manojo de digitales de tendencias ideológicas bien conocidas. Algunos extremos como los que son propiedad de Eduardo Inda o Federico Jiménez Losantos, que destacan por características como el españolismo radical y la mala leche. Sólo así se explica su última cruzada patriotera: zurrar al gobierno Sánchez por la presencia de un artista transformista en el pabellón de España de la Exposición Universal de Dubái, en los Emiratos Árabes, el pasado mes de noviembre.
Federico Jiménez Losantos / Twitter
Eduardo Inda / Telecinco
"Así promociona el Gobierno a España en Dubái: un cabaret con un transformista supremacista asturiano". El titular es de Libertad Digital, y es de los que tienes que releer dos o tres veces para acabar de asimilarlo. Hablan de Rodrigo Cuevas, al que señalan desde de Ok Diario como un peligroso "ultraizquierdista", "defensor del asturiano como lengua oficial y simpatizante de los socios separatistas". Eso les molesta mucho, como que lleve la tradicional montera picona asturiana representando a su país. Qué fuerte. Ahora bien, como les ha recordado Josué Coello, jefe de Economía del programa de Antonio García Ferreras en La Sexta, quizás deberían preocuparse menos de Rodrigo y mucho más de otro español que ha manchado la imagen de su país y que, curiosamente, vive permanentemente en la zona desde agosto de 2020. Efectivamente, su querido 'Campechano'. La bofetada es monumental: "Hay otra persona que también promociona a España a una hora y media de Dubái. Y no especialmente bien". Patapam. Cuevas, por cierto, también ha contestado con un vídeo sensacional desde la ducha.
Hay otra persona que también promociona a España a una hora y media de Dubái. Y no especialmente bien. https://t.co/SAfMlv9kqr
— Josué Coello (@josue_coello) January 20, 2022
Josué Coello es jefe de Economía de 'Al rojo vivo' de Antonio García Ferreras / La Sexta
— Rodrigo Cuevas (@RodrigoCuevasG) January 20, 2022
Rodrigo Cuevas durante su actuación en los Emiratos Árabes / Youtube
Juan Carlos es otro tipo de transformista: el que ha convertido la sacrosanta Corona en un amasijo de chatarra. Mucho mejor lo que hace Rodrigo, sin dudas.