Sábado 4 de agosto, saltaba la noticia: es mentira que el rey Juan Carlos esté indispuesto. La lesión que según los médicos de Zarzuela lo impide navegar no lo incapacita para tener vida social y salir a cenar. Lo que quería decir Zarzuela es que no puede tener vida familiar. Muy adecuado en pleno estallido de las cintas de Corinna. Se han publicado fotografías del rey emérito cenando en un restaurante con la divorciada y multimillonaria Alicia Koplovitz.

La garganta profunda que estuvo aquella noche cerca de la cena reveló que la empresaria multimillonaria, única sin pareja de la mesa y sentada junto al monarca, le susurró al rey: "Nos necesitamos". Una malévola insinuación según la cual Juan Carlos sigue su conquista de señoras rubias maduras, a pesar que Corinna confirma en las cintas que el rey sufre "disfunción eréctil". Jaime Peñafiel sale a defender a su coetáneo Juan Carlos. En su columna de El Mundo el cronista real es así de explícito:"El redactor pudo captar retazos de la conversación. Pero, sobre todo, una palabra que Alicia, sentada junto al Rey y tomándole la mano, le decía: “Nos necesitamos”. ¿O fue “os necesitamos”, que no es lo mismo? En el primer caso, tendría un sentido más íntimo. Este reportaje no ha podido evitar, sino por el contrario, que se dispararan todo tipo de comentarios". Peñafiel quiere parar los rumores que el rey está de Rodríguez en Madrid liado con Alicia Koplovitz y saliendo con otras parejas. Como un rey.

No le dijo Nos necesitamos sino Os necesitamos. Una excusa como cualquier otra. La Koplovitz utilizaría el plural mayestático para decir "El país le necesita, Majestad". I Juan Carlos daba un trago al Vega Sicilia con su mujer y su nuera a 700 km y con un mar de por medio. Un nuevo concepto de Rodríguez.