Jaime de Marichalar desapareció del mapa completamente al separarse de la infanta Elena. Después de doce años juntos "cesaron temporalmente la convivencia" en noviembre de 2007, y no fue hasta dos años después de que firmaron el divorcio.
Desde entonces, el padre de Froilán y Victoria Federica se ha mantenido alejado del foco mediático. Los periodistas han hecho lo imposible para conseguir declaraciones -explosivas- suyas, pero no ha habido manera. La única cosa que le han sacado es que la Casa Real no le habría dado ningún toque de atención. Poca chicha.
De hecho, si se habla últimamente de los Marichalar, es por su hermano, Álvaro. El excuñado de la infanta tuvo un momento de auge increíble a raíz de sus actuaciones en la Plaza Sant Jaume, su detención, los vídeos arrancando lazos amarillos de instituciones públicas... Todo un showman.
EFE
Pero de Jaime de Marichalar no se había vuelto a hablar. Muchos especularon con una posible intervención en Sálvame hablando de las intimidades de la familia real, pero no llegó. Y si hoy es noticia, no es por ninguna polémica, sino por una entrevista que ha concedido a Vanity Fair.
Y lo ha hecho para tirarse piropos y hacer promoción de su nueva empresa, no para hablar mal de la madre de sus hijos. Eso sí, resulta curioso que la primera entrevista que hace sea hablando de moda.
Es habitual verlo en el frente row de varios desfiles, siendo un asistente habitual de la semana de la moda de Madrid. Y ahora se ha unido a dos socios para crear una marca de sastrería tradicional. B corner es su apuesta, una "nueva manera de hacer trajes de hombre" centrada en el trabajo artesanal.
"Detrás de nuestros diseños hay muchas horas: la selección de las telas, el patronaje, el ajuste del corte, coser a mano, las pruebas... todo eso marca la diferencia. Hacemos artesanía tradicional, típica española o inglesa, pero con un toque italiano que mujer modernidad a los diseños. Hacemos lo que nos gusta", añade.
Una nueva vida que nunca se hubiera imaginado: "Nunca habría pensado que tendría mi empresa. Me apunté al proyecto por razones meramente egoístas, y es que necesitaba un sastre".
GTRES
Eso sí, ha querido evidenciar que no es el típico pijo: "No me gusta el fashion victim, tampoco el color negro. Me parece muy aburrido. Seguir la moda es no tener personalidad". ¿Triunfarán con esta marca? ¿Veremos a Froilán con sus diseños?