Durante años, la infanta Elena tuvo un papel destacado en el Día de la Hispanidad. Participaba activamente en el desfile del 12 de octubre y en la recepción posterior en el Palacio Real. No obstante, su última aparición registrada fue en 2013, antes de que su rol dentro de la familia real sufriera cambios significativos.
La llegada de Felipe VI al trono marcó una nueva era en la Casa Real. Con el cambio de jefatura del Estado, se redefinieron las funciones y la agenda de los familiares directos. La primogénita de los reyes eméritos dejó de formar parte de la familia real en términos protocolarios. Pasó a ser considerada “familia del Rey”, un estatus que limita su presencia en actos oficiales.

La infanta Elena, desterrada del desfile del Día de la Hispanidad
Antes de los escándalos relacionados con Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, Elena aún mantenía cierta visibilidad. Asistía al desfile con sus hijos y algunas amistades, como Rita Allendesalazar o su prima Zurita, y ocupaba una de las tribunas reservadas a invitados, mostrando orgullosa la bandera española. Sin embargo, desde 2013, ni rastro de ella o de su hijo Froilán, que también acudía colocándose en otro espacio preferente que también requería invitación.
El primer año llamó la atención de los medios, pero la explicación oficial fue breve: “No fue porque no había recibido la invitación”. Ese año, la convocatoria se redujo drásticamente, y la duquesa de Lugo quedó fuera del listado que permite el acceso a las tribunas oficiales.
Ni rastro de Elena ni ningún Marichalar desde 2013
Fuentes cercanas a Zarzuela aseguran que esta situación no ha cambiado. La infanta Elena no recibirá invitación para asistir al próximo desfile del 12 de octubre. Su ausencia es total y se mantendrá en la invisibilidad protocolaria que la caracteriza desde hace una década.

No existe una explicación oficial sobre este destierro. Al no formar parte de la familia real en términos institucionales, no hay constancia oficial de sus movimientos salvo cuando represente directamente al monarca, algo que hace años que no sucede. Su rol queda limitado, y su participación en actos como el Día de la Hispanidad ha sido eliminada por completo.
Este cambio refleja la reorganización interna de Zarzuela tras la llegada de Felipe VI. La Casa Real ha decidido acentuar la visibilidad de los miembros activos, priorizando a los que forman parte de la agenda oficial. Para Elena, esto significa quedarse al margen de ceremonias públicas que antes eran parte de su rutina anual. La decisión de mantenerla fuera de la agenda oficial evidencia que la duquesa de Lugo ha perdido cualquier rol visible en actos de la Corona, dejando claro que el control protocolario de Zarzuela es ahora más estricto que nunca.