Casi un año saliendo es lo que llevan Pablo Urdangarin y Johanna Zott. Ambos se conocieron en el Liceo Francés y posteriormente se reencontraron, surgiendo una relación que, como no podía ser de otra forma, ha ocupado unas cuantas páginas en las revistas de papel cuché.
Desde entonces, Pablo y Johanna han pasado mucho tiempo juntos. Nunca se han escondido. Se les ha visto en repetidas ocasiones paseando por Barcelona. Zott, además, es la fan número 1 de Pablo. Era una habitual de los partidos del joven, tanto en del FC Barcelona como en su nuevo equipo, el BM Granollers.
Johanna Zott se va de erasmus
Pero como decíamos, “era”. Y es que Johanna ha empezado una nueva vida en Alemania. La joven se ha marchado de erasmus al país alemán. Hace meses que está aprendiendo el idioma. El pasado mes de enero incluso pasó una prueba de nivel de idioma.

Según reveló una fuente cercana a Pablo para Mujer Hoy, el joven es quien peor lo está pasando de los dos. Urdangarin se ha quedado solo en Barcelona, teniendo que buscar cómo cubrir el tiempo que antes pasaba con Johanna.
Los padres de Johanna Zott la presionan para que se centre en sus estudios
Pero que Johanna se haya marchado de erasmus no es casualidad. Esta decisión ha estado motivada especialmente por sus padres. Hija de una médico y un profesor, los estudios han sido algo fundamental y primordial en su vida y en la de sus dos hermanas. Sus padres siempre han presionado para que prioricen su formación académica y se centren en sus estudios. De hecho, tal y como te hemos contado, Pablo quería irse a vivir con Johanna cuando se mudó a Pedralbes recientemente, tras su fichaje por el BM Granollers. Pero sus padres metieron mano, considerando que lo importante ahora son sus estudios y que ya tendrá tiempo para relaciones sentimentales. Opinan que la joven se despistaba demasiado por culpa de Pablo.
Algo que a la infanta Cristina no le ha gustado un pelo. La hija del rey Juan Carlos I siente que han despreciado a su hijo y los sentimientos que tiene por Johanna. Como decíamos, Pablo se ha quedado muy tocado en Barcelona. Ya no le gustó que rechazaran ir a cenar hace unas semanas, después de un partido en el que coincidieron la infanta y la familia de Johanna. Lo de poner impedimentos entre Pablo y Johanna ha enfriado todavía más la relación.