Felipe y Letizia llevan juntos un poco más de 16 años. El homólogo en el trono belga y su mujer Matilde, llevan unos cuantos más, más de 20. Pero entre las dos parejas parece haber no sólo cuatro años de distancia, sino un mundo, cuando menos, con respecto al amor que pregonan el uno por el otro. Nunca oiremos hablar a los reyes españoles con los términos y la adoración con la que se han hablado Felipe (de Bélgica) y su mujer ahora que están de aniversario. Y probablemente, tampoco oiremos a Felipe y Letizia hablar abiertamente sobre ellos dos en una entrevista televisada.

felip espanya belgica

GTRES

Los reyes belgas han hablado para RTBF de su enamoramiento, de su boda y de qué sienten ahora el uno por el otro. Del enlace real, el año 99, Felipe se deshace en elogios: "Mi mujer, la Reina, estaba espectacular con aquel vestido de novia magistral y aquel fantástico ramo". Un rey enamorado como el primer día: "Es absurdo tratar de entender cómo funciona un matrimonio. Es un misterio. Pero el amor sigue aquí, como una llama que hay que cuidar para que se mantenga encendido. Es cierto que la gente cambia con los años, pero seguimos muy enamorados". Y al revés. Matilde habla de su marido como nunca hemos oído a Letizia referirse a Felipe: "Sigue sorprendiéndome. Cada día aprendo alguna cosa nueva de él, como su faceta artística o su pasión por la música".

reyes belgica gtres

GTRES

Felipe y Matilde tienen cuatro hijos, Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonor. Y no es la primera vez que dejan en evidencia a la monarquía española con sus palabras o sus actos. No hace mucho ya decidieron que su hija mayor renunciara a su dotación estatal que le correspondería por su condición, la nada despreciable cifra de 920.000 euros el año. O cuando Matilde llevaba a los niños a escuela a su lado, charlando como cualquier madre e hijo, sin las medidas de hiperprotección a Leonor que tanto gustan a Letizia.

matilde belgica emmanuel gtres

GTRES

De momento, lo más cariñoso que le hemos oído decir públicamente al uno del otro fue el "Déjame hablar a mí", así que imaginen.