Felip y Letizia se han convertido en los sparrings de las monarquías europeas. Sus homólogos les han pasado la mano por la cara durante la crisis del coronavirus. La Zarzuela es una institución caduca, antigua, oxidada, inútil y distante. Un monstruo que reacciona tarde, mal, sin ganas. Ni las niñas han podido escapar del desastre comunicativo con sus súbditos. Momias que presumen de jóvenes y modernos, y que dedican los días a hacer videoconferencias con chuleta y postureo. Así pasan los días, los meses, la vida.

Felip Letícia chuleta Navidad Gasol Alonso EP

Felipe Letizia chuleta EP

elionor y sofia confinadas EFE

Leonor y Sofía confinadas EFE

La crónica diaria de la apretada agenda de Can Borbón nos ha permitido descubrir una estrategia desesperada del matrimonio para parecer normales. No útiles, no. Sólo normales. Una operación estética destinada a evitar que se mueran de vergüenza cada vez que las revistas que compra la Reina enseñen lo que hacen las casas reales inglesa, holandesa, etcétera. Han visitado el armario, han guardado corbatas y modelos sobrios y aburridos, y visten en plan casual. Hasta aquí la aportación de Zarzuela. Ponerse a trabajar, ayudar con hechos o ya puestos, enfrentarse a la corrupción millonaria de la casa devolviendo el dinero al estado... eso otro día.

Felip Letícia 2 informales EP

Felip Letícia informales EP

Felipe Letizia informales EP

Prínpe Guillem y familia aplauso sanitarios BBC

Princípe Guillermo y familia aplauso sanitarios BBC

maxima holanda e hija video conferencia

Máxima Holanda e hija

Los reyes de España no nos engañan: van de fracaso en fracaso.