El camino de Serviol es un sendero que transcurre por la umbría de las colinas que cierran el valle de Premià por poniente. Recorre desde Premià de Dalt hasta la fuente que le da nombre, actualmente cerrada, y tiene un desnivel máximo de 372 metros.

Un camino igualmente empinado pero con menos vistas es el que se prepara para recorrer el expresidente Jordi Pujol. El político convergente intenta recoser desde las redes el esguince que provocó su impactante confesión de aquel sorprendente 25 de julio de hace dos años. Una deixa de dinero escondido en Andorra durante décadas.

Pujol pugna por escapar del agujero negro que lo absorbió aquel día. Quiere abandonar el ostracismo público y quiere volver a explicarse.

Su intención es hacerlo desde una página web que se encuentra ya en construcción, a la cual ha tenido acceso El Nacional, y donde está vertiendo sus últimos artículos. Y muchos más. "Associació Serviol. Foment del pensament i coneixement de la societat catalana". Este es el nombre de la página encabezada con un logo redondo de fondo verde.

La página web ofrece escritos, frases y cartas. De momento hay colgados seis artículos. Todos con el acceso restringido. Dos son inéditos, hablan sobre inmigración y llevan por fecha el día de ayer. Los otros cuatro, parecen reproducir los tres artículos que ha ido publicando en el diario El Punt Avui a pesar de no coincidir con las fechas.

El primero es un escrito dedicado a mossèn Ballarín donde explicaba que después de estar durante mucho tiempo al margen de los medios de comunicación –"y creo que así tiene que ser", decía-, rompía el silencio para hablar de su amigo. Y lo primero que recordaba del amigo es como se conmovió y entristeció con su confesión.

"En un país y en una sociedad a veces pasan hechos negativos -explicaba en el texto-. A veces hay personas que fallan. Y eso hiere mucho la sensibilidad de la gente. Y se entiende. A estos, mossèn Ballarín les diría aquello que decía su admirado Charles Péguy, que fue maestro suyo y de alguien más en nuestra casa. Les diría, pensando en el país en general, y con la capacidad que tenía de tener una visión ancha y generosa, que finalmente los llenos pesan los vacíos".

Casi dos años después de aquella confesión de julio, desnudado de los honor del cargo de expresidente, habiendo visto desfilar a toda la familia por una comisión del Parlament, con todos los hijos imputados en diferentes causas, y con el partido que fundó en proceso de autodisolución, Pujol ha decidido que quiere salir del agujero.

El expresident intenta que las redes lo repesquen para no perderse en el fondo del olvido oscuro o, peor todavía, en el rechazo de la Historia, la peor condena que nunca habría imaginado.