La coordinadora general del PDC, Marta Pascal, ha acusado este lunes a ERC de estar pensando en la configuración de un futuro tripartito de izquierdas cuando participa el 9 de septiembre en un acto conjunto con Podem y la CUP para conmemorar el 40 aniversario de la Diada de Sant Boi, la primera Diada no clandestina después de la muerte de Franco.

En rueda de prensa, Pascal ha llamado a la unidad del independentismo y ha criticado que se les haya excluido de esta conmemoración cuando el PDC, ha dicho, representa el "carril central del soberanismo". En este sentido, ha pedido a los republicanos que no caigan en "tentaciones partidistas" y no utilicen la Diada "como elemento para ir configurando un imaginario de futuros pactos más ideológicos que nacionales, porque eso hace daño al procés".

El acto, que ha sido impulsado por las secciones locales de los tres partidos, contará con el parlamento de Miquel Sellarès, organizador de la multitudinaria manifestación del año 1976. También participarán Albano Dante Fachín (Podemos), Anna Gabriel (CUP) y Oriol Junqueras (ERC) por parte de los partidos, y los representantes sindicales catalanes Joan Carles Gallego, de CCOO, Camil Ros, de la UGT, además de miembros de la Intersindical-CSC y COS.

El lema de la concentración, que se celebrará en la Plaça de Catalunya, será "que la prudencia no nos haga traidores", frase de Jordi Carbonell, poniente al acto del año 1976 en representación de la Assemblea de Catalunya y que murió este agosto. En el acto de 1976, por otra parte, también hablaron el entonces representando del Consell de Forces Polítiques de Catalunya, Miquel Roca, y el portavoz de los partidos de la oposición catalana no encuadrados en organismos comunes, Octavi Saltor.

El simbolismo de Sant Boi

Esta población del Baix Llobregat fue el epicentro de la primera Diada después de la muerte del dictador Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975. El acto organizado por ERC, CUP y Podem quiere conmemorar uno de los momentos más trascendentes de las movilizaciones en revindicación de las libertades prohibidas hasta entonces. El 11 de septiembre de 1976, por primera vez después casi 40 años de dictadura, se podía celebrar públicamente la Diada Nacional de Catalunya.

El acto, en un principio, se tenía que celebrar en el Parc de la Ciutadella de Barcelona por su simbolismo histórico pero el gobernador civil de Barcelona, Salvador Sánchez Terán, lo prohibió. Ante este hecho, la Assemblea de Catalunya, la entidad organizadora de la jornada, decidió trasladarla a Sant Boi de Llobregat por la presencia de la tumba de Rafael Casanova, uno de los símbolos de la resistencia de 1714. Aquella primera Diada fuera de la dictadura reunió cerca de 100.000 asistentes.