Catorce páginas. Eso es lo que dedica Naturejobs, publicación de la revista Nature, a hablar de Catalunya -entre diferentes artículos y anuncios-, una revista que tiene publicaciones a nivel mundial y que tiene sus principales oficinas en Londres, Nueva York y Tokio. La gracia, sin embargo, es que la oficina que tiene en el Estado está ubicada en Madrid. "Catalunya ha resistido la tormenta [durante la crisis] mejor que el resto de España", expone el primer artículo de la zaga de escritos que versan sobre la investigación catalana.

Bajo el título "Mantenerse firme en la tormenta", y con el subtítulo "Catalunya ha resistido a la crisis financiera que golpeó duramente a España", la revista se cuestiona "cómo ha podido mantener sus líneas de investigación en buena forma" teniendo todo ello presente.

Tildando Catalunya de "semi-comunidad autónoma", la publicación citada da un repaso de los recortes que ha hecho el Estado durante la crisis -entre ellos, de un 39% del presupuesto en investigación en sólo cinco años- y subraya que, mientras tanto, el territorio catalán ha protagonizado "notables mejoras" en el terreno científico desde el principio del cambio de siglo. Pero lo ha hecho el Govern catalán "por sí mismo" porque, evidentemente, también ha notado el golpe de la crisis. Todo eso, asegura, ha puesto a Catalunya al frente de los rankings internacionales.

Entre las mejores regiones

"Catalunya está al nivel de regiones similares en el área de investigación de Europa", pone de manifiesto la revista que, en forma de gráfico, muestra cómo se sitúa la cuarta en este terreno en países con un número de habitantes y financiación recibida similar, por delante de Israel, Suiza y Holanda.

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Y es que 734 empresas y 89 organizaciones de investigación catalanas trabajan a nivel internacional y, de hecho, el 7% del PIB catalán proviene de las empresas científicas, sobre todo de biotecnología, farmacéuticas y de tecnología médica.

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La independencia, también presente

Nature también se hace eco de cómo se ha incrementado la reivindicación independentista en este año en que España ha estado sin gobierno, pero asegura que, aunque algunos investigadores han tenido dificultades para sacar adelante proyectos por la incertidumbre, "no todo el mundo está preocupado".

El motivo, según el director general de Investigación, Josep Maria Martorell, es que Catalunya "es sensible a la innovación" y eso "puede pasar estando dentro o fuera de España". Por todo ello, aseguran que ahora Catalunya ya no tiene problemas para darse a conocer en el exterior e incrementar su estrategia internacional en la investigación.

Para el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, "poder contribuir más y mejor al progreso de la humanidad a través de la ciencia" es "una manera de explicar razones de querer tener un Estado propio".

Personas, no proyectos

El secretari d'Universitats i Investigació, Arcadi Navarro, pone de manifiesto que lo que ha marcado el cambio ha sido "poner el foco en las políticas humanas y no en los proyectos".

En este sentido, se hace eco de la Institució Catalana d'Investigació i Estudis Avançats (ICREA), una fundación impulsada por la Generalitat en 2001 que contrata investigadores sénior de todo el mundo para que trabajen para las universidades catalanas y en los centros de investigación, con lo que se ha conseguido que investigadores catalanes vuelvan a Catalunya.