El Gobierno no se inmuta ante la denuncia que el exconseller de la Presidència y exdiputado del PDeCAT, Francesc Homs, ha presentado este viernes contra el presidente Mariano Rajoy, ante el Tribunal Supremo por un delito presunto de desobediencia, según adelantaba El Nacional. Fuentes del ejecutivo central han asegurado a este diario que no creían que tuviera que tener "mucho éxito", aunque en el momento de ser preguntados desconocían la noticia, ni tampoco habían leído el texto de la misma.

Esta posición podría venir motivada porque el pasado 30 de enero Homs ya presentó una denuncia ante la Fiscalía del TSJC contra Rajoy y el exministro de Sanidad Alfonso Alonso por desobediencia y prevaricación, con los mismos argumentos usados ​​en la querella del 9-N, por desobedecer una sentencia del TC sobre subvenciones a cargo del 0,7% del IRPF. El 13 de febrero la Fiscalía archivó la denuncia argumentando que las situaciones derivadas de la convocatoria del 9-N no se podían asimilar a la "presunta desobediencia" denunciada.

Así las cosas, Homs ha presentado esta mañana una nueva querella, recogiendo la nueva jurisprudencia que este tribunal ha abierto a partir de su condena de inhabilitación por el 9-N. Se ampara en esta "nueva doctrina" que se sustenta en la desobediencia al TC y no en la cuestión concreta que se ha desobedecido. Mañana hará un mes que el político catalán tuvo que abandonar su escaño en el Congreso en cumplimiento de aquella sentencia después de que fuera condenado a un año y un mes de inhabilitación y a una multa de 30.000 euros.