El MACBA programa, hasta el próximo 27 de marzo, la exposición MISERACHS-BARCELONA, dedicada al fotógrafo Xavier Miserachs (1937-1998), uno de los nombres emblemáticos de la fotografía catalana. Esta muestra se centra en Barcelona, blanco y negro, una obra clave de la cultura catalana de los años 1960. Este fotolibro de 1964 se inspiraba en los libros turísticos de fotografías, muy de moda en la época, pero tenía un tono muy diferente al de éstos, a causa de las influencias del neorrealismo. Si los fotolibros se concentraban en las panorámicas y en las obras arquitectónicas, Miserachs se agarraba al suelo y convertía a los barceloneses en el centro estratégico de sus imágenes; y si la mayoría de los fotolibros ofrecían una visión idílica del mundo, las fotografías de Miserachs no renunciaban a presentar la parte más amarga de su ciudad. Rehuían los típicos escenarios turísticos y buscaban los rincones que reflejaban la vida de los más marginados de los barceloneses. Nunca el desarrollismo había sido retratado con tanta crueldad.

Otra Barcelona

La Barcelona de Miserachs es una Barcelona de chimeneas humeando, de calles sin asfaltar, de gente fea y mal vestida, de espectáculos de mal gusto, de casas baratas, de inmigrantes llegando con maletas atadas con un cordel... Una Barcelona en las antípodas de la ciudad de la modernidad y el diseño. Una capital con plataformas de cría de mejillones justo en medio del puerto. Y, a pesar de todo, la Barcelona de Miserachs es una ciudad viva, una ciudad de fiestas en la calle, de padres con criaturas, de gente que participa, baila, bebe, canta... Las fotografías de Miserachs constituyen a un elocuente testigo de una Barcelona donde la gente sacaba sus sillas a la calle, antes de que las terrazas proliferaran y las aceras de Barcelona se convirtieran en parte de un escenario globalizado.

El retratista de la 'gauche divine'

Paradójicamente, Miserachs, que hizo saltar a la primera plana de los diarios la visión de una Barcelona miserable, fue también el retratista preferido de la gauche divine. Aunque la exposición del MACBA se centra en sus fotografías de Barcelona, blanco y negro, donde aparece la Barcelona menos favorecida, en el MACBA también presenta algunos testimonios de otras facetas del autor. Y entre ellas, hay que destacar las emblemáticas fotografías de la gauche divine y de sus inacabables fiestas en la Costa Brava o en Bocaccio: gente guapa, muchas copas y mujeres jóvenes ligeras de ropa. Miserachs, fue, también, el retratista preferido de la élite artística y cultural barcelonesa.

Una vida para la fotografía

Miserachs desde muy joven se dejó llevar por la pasión de la fotografía e ingresó en la Agrupación Fotográfica de Catalunya. Más tarde, abandonó los estudios de Medicina para concentrarse en su afición. A los 20 años ya exponía y en los 27 consiguió darse a conocer, justamente, con Barcelona, blanco y negro. Dos fotolibros posteriores, Costa Brava Show y Los cachorros (con texto de Vargas Llosa), consolidaron su trayectoria. A finales de los años sesenta, Miserachs combinaba el fotoperiodismo con otros trabajos profesionales. En los últimos años de su vida, se dedicó a transmitir sus conocimientos, a partir de la escuela de fotografía Eina, pero también con la publicación del libro Criterio fotográfico. Entre sus discípulos figura la genial Colita. Miserachs quiso dejar testimonio de su vida con sus memorias, Hojas de contacto, publicadas poco antes de su muerte. Nunca abandonó la cámara.

Miserachs, allí donde toca

Xavier Miserachs fue reconocido como un excelente profesional, pero, en vida, no obtuvo excesivo crédito como artista. De hecho, en sus memorias, se quejaba amargamente del Estado "que nunca ha movido un dedo para ayudar a incluir en el mundo de la cultura el trabajo del fotógrafo". Nunca expuso en los grandes centros de arte. Sus trabajos en prensa se tuvieron que alternar con otras tareas, como la realización de catálogos publicitarios. Pocos, en la época, consideraban a este fotógrafo como uno de los grandes artistas catalanes. Ahora, por fin, los méritos de Miserachs son aceptados y entra por la puerta grande de una de las grandes instituciones culturales catalanas.

 

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Una apuesta arriesgada, exitosa

El MACBA ha optado por presentar las obras de Miserachs en un formato innovador. En una primera sala, se muestran algunas fotografías en un formato clásico, de forma aislada. En una segunda sala, se quiere introducir al visitante dentro de las fotografías de Miserachs, como si se tratara de un escenario gigantesco. Las fotografías, de grandes dimensiones, se convierten en calle y adquieren volumen, rodeando a quién las mira. En la tercera sala, gracias a las nuevas tecnologías, el visitante se encuentra inmerso dentro de los personajes fascinantes de las obras de Miserachs, proyectados por todo su entorno. Una difícil adaptación de Barcelona, blanco y negro a la modernidad, que consigue plenamente sus objetivos.

Un don para la ciudad

En 2011 las herederas de Xavier Miserachs llegaron a un acuerdo con el MACBA para depositar el fondo fotográfico del autor, integrado por 60.000 negativos, 20.000 transparencias, 2.500 hojas de contactos y documentación diversa. Después de un largo proceso de clasificación y preservación, el MACBA ha aprovechado esta exposición para dar a conocer, finalmente, el fondo A.XMi. No sólo es un tesoro artístico, sino también una documentación básica para la construcción de la historia de Barcelona y de los barceloneses. Los que aprecian la historia pueden celebrarlo.