La conexión del tranvía por la Diagonal no se tendría que realizar porque no tiene un retorno social suficiente. Es lo que sostiene un informe presentado hoy por el grupo demócrata (PDeCat-Demòcrates-Unió), en el que se ponen en evidencia los estudios previos realizados por el gobierno municipal.

El informe, que ha sido elaborado por un equipo de investigadores de la UB, sostiene que la conexión de tranvía supondría una conmoción en el tráfico por el Eixample -los tiempos de los desplazamientos en coche aumentarían y se generaría más contaminación-, a lo que hay que sumar que no supondría un aumento considerable de los usuarios de transporte público, tal como se sostenía en el informe previo elaborado por el ejecutivo de Colau.

Los investigadores Daniel Albalete y Albert Gragera, del Departamento de Econometría, Estadística y Economía aplicada de la UB, han sido los encargados de exponer las carencias del estudio previo de 2016, que fue presentado por el Ayuntamiento de Barcelona. El resultado son toda una serie de conclusiones que podrían hacer traquetear la unión del tranvías.

No es rentable

El nuevo informe sostiene que el tranvía no es rentable socialmente hablando, es decir, que el retorno a la sociedad previsto no justificaría la inversión. A partir de un recálculo de la demanda generada, del ahorro de tiempo y de la congestión de tráfico, se concluye que en el escenario más optimista la rentabilidad se situaría en el 2,8%, muy lejos del 11% otorgado por el estudio del Ayuntamiento.

De hecho, según los cálculos de los investigadores, hay un riesgo elevado que el proyecto no acabe siendo rentable. El informe apunta que, una vez construida la conexión del tranvía, si cada coche perdiera por término medio 10 segundos a hacer el trayecto entre Francesc Macià y Glòries, la contaminación generada sería tan alta que ya no sería rentable socialmente.

Riesgo de sobrecostes

El informe sostiene que la obra tendrá importante gastos extraordinarios en caso de que finalmente el proyecto se apruebe y se ejecute. Los ponentes aseguran que los sobrecostes podrían situarse entre el 30 y el 40%, teniendo en cuenta las desviaciones que aparecen en la mayoría de proyectos ferroviarios en España y Catalunya y los sobrecostes de la construcción del Trambaix (+38%) y el Trambesós (+32%) en su momento.

Menos pasajeros nuevos

Los ponentes también han desmentido los datos de demanda inducida, es decir, de la demanda generada con la unión del Trambaix y el Trambesós. El Ayuntamiento, en su estudio previo, aseguró que con la construcción del tranvía 12.055 nuevos usuarios empezarían a utilizar el transporte público cada día laborable.

Este dato, según el nuevo informe, no es realista: las tendencias de movilidad a Barcelona indican que en realidad el número de usuarios nuevos se situaría en 2.290, cinco veces por debajo.

El ahorro de tiempo, mínimo

La unión del tranvía tampoco supondría un gran ahorro de tiempo para el usuario. Uno de cada tres ganaría como máximo 30 segundos en sus desplazamientos y la práctica mayoría (90%) experimentaría un ahorro inferior a 3 minutos.

De hecho, tal como apunta el informe, hay alternativas a la unión del tranvía que serían más eficientes en este aspecto. Los ponentes ha explicado que si se aumentara la velocidad de los autobuses D30, 7 y 34 en 1 km/h, se conseguiría el doble de ahorro de tiempo con la mitad de los costes.

Forn exige la retirada del proyecto

El portavoz de los demócratas al Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, ha considerado que las conclusiones de este informe son suficientes para desestimar el proyecto. "Los estudios previos no se atienden a la realidad", ha apuntado Forn, que ha pedido que se estudien otras posibilidades, como la conexión con el autobús D30, con la implicación de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMT) y el gobierno de la Generalitat.

Es más, Forn ha aprovechado para exigir responsabilidad a Colau. "No hay nada que justifique que la administración utilice datos para obtener determinados objetivos", ha explicado el demócrata dejando entrever que el estudio previo del Ayuntamiento estaba manipulado para justificar la obra.