De los entre 16.000 y 19.000 millones de euros que invertirá Repsol hasta 2027, tal y como desveló ayer en su plan estratégico, un 35% irán destinados a energías de bajas emisiones y a descarbonización, tanto en energías verdes como en combustibles renovables, que tendrán en Tarragona dos plantas estratégicas de hidrógeno verde y metanol. Seguirán apostando por la extracción de petróleo, pero se comprometen a triplicar (o, más concretamente, a multiplicar por 3,5) su cartera de renovables y alcanzar los 10 GW (5 de ellos en España), por los 2,8 con los que cuenta actualmente.

La energía eólica copará la mayor parte de los entre 3.000 y 4.000 millones de inversiones que se dedicarán a energías renovables, seguido por la solar y la hidroeléctrica. Así, la eólica pasará en España de suponer el 30% de las renovables actuales al 50% en 2027, mientras que el peso de la solar y almacenamiento se mantendrá en un 45% y el de la hidroeléctrica reculará. Por países, Estados Unidos pasará de contar con el 21% de las renovables de la empresa a un 30% y ganará en este terreno a España, que pasará de suponer un 70% a un 50%, ante el crecimiento también de Chile, que pasará a representar un 15%, casi el doble del 8% que representa en la actualidad. 

Repsol también mantiene en sus previsiones la ecoplanta, que será la primera de la península en que se convertirán residuos en metanol, en El Morell, y el electrolizador de 150 MW hidrógeno verde, también en Tarragona, sus dos principales apuestas de inversión para Catalunya. De cara a 2027, un 65% de las inversiones irán a parar a la península ibérica y un 25% a los Estados Unidos, mientras que Chile, México e Italia concentrarán la mayor parte del resto. "Centramos nuestras inversiones en países de la OCDE, algo poco común en nuestro sector", ha destacado Imaz. 

Fuentes de la empresa insisten en que estas inversiones catalanas dependen "del marco regulatorio y fiscal y del contexto macroeconómico", y sobre todo del impuesto extraordinario a las energéticas, como gran parte de los entre 5.500 y 6.800 millones que pretende invertir en instalaciones industriales en la península ibérica, que concentrará el 65% de los proyectos globales de la compañía. Pero la ecoplanta, con una inversión de entre 700 y 800 millones, y el electrolizador, con 320 millones para aliarse a Enagás Renovable, Iqoxe y Messer, están en la hoja de ruta.  

Hidrógeno, energía y combustibles renovables

El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, reconoció este jueves en rueda de prensa que el avance del hidrógeno verde está "condicionado" a la bajada de los precios de la electricidad (para lo que habría que generar más renovables) y que para algunos sectores puede que tarde más en ser introducido, ya que es "más caro" que el hidrógeno de origen no renovable. Pero aún y así, la empresa no se ha echado atrás en su apuesta por este combustible, que mantiene en vilo al sector y que debe viajar por Europa a través de un gran hidroducto que conectará Portugal con Francia a través de España con el H2MEd. 

La producción de combustibles renovables por parte de Repsol, que incluye el hidrógeno verde, debe alcanzar entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y entre 2,4 y 2,7 millones de toneladas en 2030. En cuanto a la eólica marina, en España aún por concretar a la espera de que el Gobierno marque las pautas de la carrera para poner turbinas en el mar, Repsol manifiesta estar en un proceso de "análisis de oportunidades". 

Los 10 GW que debe alcanzar Repsol en renovables se deben repartir entre 4 o 5 GW en España (por los 2 que tiene actualmente), 2 o 3 más de ampliación en Estados Unidos para alcanzar los 3 o 4, el primer GW en Chile a partir de la consolidación de Ibereólica y 0,5 GW más en Italia. 

En la península Ibérica, Repsol reitera su compromiso con la hidroeléctrica reversible de Aguayo II, pero de nuevo, "según se desarrolle el entorno regulatorio". La posición de Repsol quedó clara ayer en la rueda de prensa de Imaz, en la que criticó el impuesto a las energéticas por "discriminar" las inversiones locales en renovables. 

La apuesta por las renovables y por la "gran transformación" de la empresa espera multiplicar por 4 el flujo de caja de esta área y que pase de los 170 millones que representa en la actualidad, a más de 400 millones. 

Aumento de dividendos

Todo ello irá acompañado de un atractivo plan para los inversores, a quienes Repsol ofreció este jueves un aumento del 30% en dividendos de cara a 2023 pasando de 50 céntimos a 90 por acción y les prometió un aumento del 3% anual hasta alcanzar entre 1,06 euros y 1,27 en 2027 en función de resultados, con un reparto de hasta 100.000 millones entre accionistas si contamos también las recompras de acciones.

En el horizonte se encuentra también la salida a Bolsa en Estados Unidos en 2026 o 2027 de su negocio de upstream o extracción y refinamiento de petróleo, una apuesta en la que Repsol también quiere crecer paralelamente a su apuesta paralela por las renovables. De hecho, Repsol quiere descarbonizar parte del proceso de extracción del petróleo para hacerlo menos contaminante. 

El reequilibrio de apuestas multienergéticas debe llevar a la compañía a reducir un 15% sus emisiones de CO₂ de cara a 2025 en relación con 2016, un 28% en 2030 y un 100%, o sea, convertirse en compañía sin emisiones de carbono, en el año 2050. 

Los planes fueron presentados el mismo día que los resultados de la empresa, que calificó el plan estratégico como "actualización estratégica", ya que se presentaba por adelantado al haberse conseguido la mayoría de objetivos de 2025 con dos años de antelación. En los dos primeros años del plan estratégico, entre 2021 y 2023, Repsol celebra haber conseguido 14.200 millones de beneficios y haber reducido la deuda en 4.700 millones de euros, 160 en el último año.

En 2023, los beneficios cayeron un 25% a 3.168 millones por un aumento del precio del petróleo y una menor producción de crudo de lo esperado y por las desinversiones en algunos países, explicó el CEO Josu Jon Imaz.