Con la idea de revalorizar los lodos primarios generados en el proceso de fabricación de papel, un equipo de investigadores de la UPC, liderado por Pol Merino, ha conseguido producir tableros no tóxicos y reciclables mediante el reciclaje de fibras industriales en un material de construcción saludable y sostenible. Con una tonelada de papel producida se generan entre 50 y 100 kilos de este residuo, que Honext recoge y transformar en un tablero de fibras de celulosa. ¿Quién lo comercializa? Empresas como Gabarró, con sede en Polinyà (Barcelona). Una compañía con 116 años de historia que "acompaña los cambios de la sociedad" y que quiere contribuir a la sostenibilidad del planeta. "Nuestro esfuerzo en I+D acompaña a nuestros proveedores y los clientes", explica Ramon Gabarró Taulé, director general y miembro de la tercera generación familiar, porque el mercado pide productos naturales que no contengan demasiado aditivos químicos ni sean nocivos para la salud y que se preserven los bosques.

Dedicada a la distribución de madera serrada, tierras de madera, de bambú y tecnológicos, tableros y piedra acrílica, Gabarró afronta el futuro adecuando su proceso a una demanda que busca productos alternativos más sostenibles, que den soluciones y estética, a menudo con productos hechos a medida, ya sea para elementos de decoración y por diseño de tierras, tanto de interior como de exterior, y también para elementos modulares de madera para acontecimientos diversos, como los congresos y las ferias comerciales.

En sus 75.000 m² de almacenes situados en Polinyà y Gavà (Barcelona), Fuenlabrada (Madrid), Vitoria (Álava), Benifaió (Valencia), Málaga y Santiago de Compostela (En Coruña), Gabarró acumula las existencias necesarias para cubrir todo el territorio español, en 48 horas, con un valor de mercado de 18 millones de euros, y la distribución en países como Francia, Portugal o Marruecos. El comercio internacional representa un reducido 1,5% de los 65 millones de euros que tiene previsto facturar el grupo en el 2023.

El centro de operaciones está situado en Polinyà, donde hace dos años Gabarró invirtió 10 millones de euros para alcanzar una superficie cubierta de almacenaje de hasta 17.500 m², y un edificio de 5 plantas, Gabarró Parc, donde han trasladado las oficinas y han montado espacio de exposición de producto. Con un equipo de más de 180 personas, la compañía echa de menos personal con oficio. Es por eso que tiene el programa interno graduate que tanto sirve para nuevas incorporaciones de gente joven como para formación de mandos intermedios y directivos. "Estamos en un sector que requiere conocimientos específicos y hasta hace unos años nos podíamos nutrir del personal que se quedaba sin trabajo en una actividad como la nuestra, donde han cerrado muchas empresas que se dedicaban a la madera para la fabricación de muebles, pero ahora este tipo de producto viene todo de China", explica Gabarró. La formación les permite instruir al personal para que tenga conocimientos sobre el producto de la madera y también para los productos de vanguardia, que "en términos de decoración y sostenibilidad es el que manda en el sector".

Un sector que tuvo sus pros y sus contras en los tres últimos años, a raíz de la crisis de la pandemia. "La facturación nos cayó un 17% en un año", porque "todos nuestros clientes industriales cerraron y ámbitos más efímeros, como las ferias y la hostelería, también quedaron inactivos durante mesas". No obstante, el negocio aguantó por los particulares que decidieron reformar las casas, colocando parquet, cambiando las puertas... En el 2021 la facturación ralló los 55 millones, mientras que un año más tarde las ventas estaban en unos 62,4 millones, que este año están asegurados, y con previsión de superarlos. La demanda ha tenido mucho que decir en la recuperación pospandemia, pero también hay un efecto inflacionista, durante 2022, ya que el incremento del precio de algunas materias primas que la firma usa para los productos acabados "se ha repercutido, en parte". Para este año, la estabilidad de precios es importante, "de aquí el reducido crecimiento que se prevé en la cifra de negocio". En paralelo, el grupo trabaja en la digitalización de los procesos que "permitirá mejorar la productividad".

Además de la exclusividad de comercializar Honext en toda España, el grupo es el único distribuidor para la madera termotratada Lunawood, el suelo vinílico Adore y el sólido surface Franke. Además, comercializa sus propias marcas como Medfloor (tarima multicapa de madera y tierras laminada), Urban Deck (tarima tecnológica para exteriores), Gamela (melamina y laminados) y Wood-Deck (tarima exterior de madera). Asimismo, distribuye productos de otras marcas líderes como Dasso (tarima de bambú), Egger, Polyrey, TimberTech, Finsa, Wisa, Garnica y Sonae Arauco, entre otros.

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Gabarró incorpora a la tercera generación

Recientemente, el grupo Gabarró Hermanos ha remodelado los órganos directivos. Ramon Gabarró Badia -que dirigió conjuntamente con su hermano Joan la firma que se originó con la fabricación de carros y tartanas de madera y que había creado a su padre en Sabadell- ha renunciado a la presidencia y a la vocalía en el consejo de administración y a la presidencia de esta empresa centenaria catalana. Posteriormente, con la incorporación de una nueva generación, Joan Gabarró Olivé -que ha sido nombrado nuevo presidente del consejo de administración- y Ramon Gabarró Taulé, este último como director general, la compañía ha ganado dimensión y se ha ido especializando. Las modificaciones en el consejo también prevén la incorporación como miembro del órgano decisorio de Ramon Gabarró Pla, como vocal, por un periodo de tres años.