La Generalitat ha reclamado al gobierno español mediante alegaciones al marco normativo presentado el pasado mes de febrero poder participar, junto a los Ayuntamientos de la zona, de la subasta pública que dará inicio a la carrera de las empresas por la eólica marina en la Costa Brava. Además, ha solicitado que los criterios no económicos, vinculados al impacto ambiental y al desarrollo socioeconómico de la región, aumente su importancia del 30 al 50%, con tal que se prime no solo la propuesta más barata, sino la que deje un mejor legado a la zona. 

Hace ya un año, en marzo de 2023, el gobierno español aprobó el mapa de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, que determina las regiones donde se permitirá el desarrollo de turbinas en el mar, una hoja de ruta que llegaba después de años de espera y con al menos un año de retraso respecto a lo anunciado a los actores del sector. Pese a la oposición de una plataforma que aúna a un sector de ecologistas, pescadores y empresarios del turismo con el apoyo de algunos Ayuntamientos, la Costa Brava, bajo la denominación de LeBa 1, entró en los planes del mapa del tesoro junto a las costas de Galicia, Asturias y Cantabria, una amplia zona de la costa andaluza y dos áreas frente a las Baleres y Canarias, respectivamente. 

El pasado lunes, finalizó el plazo de alegaciones a la propuesta de marco normativo para la eólica marina que el Gobierno español presentó, también con meses de retraso, el pasado mes de febrero. Y algunas comunidades, entre las cuales se encuentra Catalunya, así como la patronal de la eólica marina y otras entidades, han presentado sus propuestas para mejorar la subasta con la que se debe iniciar una carrera que puede llegar a mover aproximadamente 50.000 millones de euros, según fuentes del sector, y a la que ya se han apuntado grandes empresas como Grupo Cobra, Capital Energy, Iberdrola, Ferrovial o Abei Energy

El departament d'Acció Climàtica ha presentado un paquete de alegaciones que ha elaborado junto a los principales municipios implicados con el objetivo de "incluir la participación del territorio en la toma de decisiones y aumentar la ponderación de los criterios no económicos en la subasta del régimen económico y de la capacidad de acceso a la red eléctrico para estos proyectos, por tal de que se conviertan en verdaderos tractores tanto de actividad como de conocimiento y que minimicen posibles impactos negativos sobre otras actividades". 

Impacto ambiental y socioeconómico

Entre los criterios no económicos que la Generalitat pide incluir en la subasta, ha elaborado un listado además de pedir que su peso suba del 30 al 50% de importancia. Piden que se tengan en cuenta aspectos vinculados al diseño del proyecto, como la distancia de la costa, el radio de ocupación del espacio, el compromiso con la divulgación y el conocimiento y también la reducción del impacto ambiental. Reclama así que las propuestas que minimicen el impacto sobre el paisaje y sobre la fauna y flora marítima sean tenidas en cuenta.

Además, Catalunya pide que se valore la propuesta socioeconómica vinculada a la zona, como su potencial para desarrollar una industria y mejorar la economía de la región, el impacto sobre el sector turístico y la economía local y los efectos sobre el empleo y la cadena de valor de la industria local. Por último, la Generalitat, que ha hecho las reclamaciones de la mano de los Ayuntamientos implicados en la subasta, pide que se faciliten los espacios para usos científicos y de investigación y que se optimice el espacio para que los promotores lo utilicen de la manera más coherente.   

En la Costa Brava, el área delimitada para construir eólica marina es de 249 kilómetros cuadrados que se construirán a 12 kilómetros del golfo de Roses. Antes, se construirá una plataforma piloto de investigación que servirá para estudiar los efectos de la eólica marina y que ha impulsado el departamento de Acción Climática.

El área marítima delante de la Costa Brava ya tiene cinco candidatos, además del piloto, antes incluso que se apruebe el marco regulador. Capital Energy, Iberdrola, Ferrovial, Cobra y un proyecto formado por Bluefloat y Sener, con nombre Parco Tramuntana, sueño los que competirán en principio por este espacio, aunque hasta que se abra la subasta se pueden presentar nuevos proyectos. La potencia instalada delante el golfo de Roses será de entre 500 y 1.000 MW en principio.