La razón de ser para el establecimiento en España de la compañía Sonnen, fabricante alemán de baterías de almacenaje de energía fotovoltaica perteneciente al grupo Shell, hay que buscarla en la trayectoria personal y profesional de su actual director, Franco Comino. Este experto en automatización de casas y edificios y consultor en eficiencia energética es el encargado de todo el negocio de distribución y mantenimiento en España de las baterías que se producen a Wildpoldsried (cerca de Munich), Estados Unidos o Australia. Su premisa es clara: "O nos espabilamos a electrificar la demanda o tendremos un problema porque no seremos capaces de consumir lo que produciremos con renovables como la fotovoltaica". Y es aquí donde tienen un papel primordial las baterías Sonnen. Están destinadas a almacenar la producción de energía sobrante de las placas fotovoltaicas de instalaciones de autoconsumo para cubrir la demanda las 24 horas del día, y no verter "sin sentido" la energía sobrante que se genera a las horas punta de máxima exposición solar a la red de distribución, a cambio de una compensación "mal pagada" que se refleja en la factura energética.

En el futuro, no habrá simultaneidad entre oferta y demanda, sino que "habrá que balancear el mercado de manera que, quien tenga capacidad de ser flexible -que es el que proporciona una batería de almacenaje- será bien retribuido", argumenta Comino. Expone que los operadores del sistema energético se ven tensionados cuando hay puntos de congestión de demanda o de oferta y que, por lo tanto, disponer de controles inteligentes de la red es ya un tema prioritario. "Si no potenciamos almacenaje, desperdiciaremos la energía renovable que se genere porque en determinados momentos del día nunca habrá bastante demanda para absorber toda la generación energética", explica Franc Comino. Un reciente estudio de la Unión Fotovoltaica (UNEF) demostró que las baterías de instalaciones de autoconsumo guardaron en 2022 hasta 1.382,84 megavatios hora de energía solar, que los autoconsumidores pudieron usar a demanda; sólo en el último año se pusieron en marcha en España instalaciones solares para autoconsumo por valor de 2.507 MW, aunque únicamente el 10% se han dotado de baterías de almacenaje. 

Esa necesidad, que en mercados energéticos con regulaciones más avanzadas ya se ha entendido, es todavía complejo en España. No obstante, Sonnen ya ha colocado a unas 1.800 baterías por todo el territorio, el 70% de las cuales en Catalunya, en instalaciones residenciales preferentemente, pero también en alguna industria. Advierte Comino que muchas empresas que han puesto placas fotovoltaicas tienen que desconectar sus instalaciones cuando llega el fin de semana por culpa de algunas barreras técnico-reguladoras que impiden que se vierta la electricidad excedentaria en la red. Una situación a la cual la Asociación de Empresas de energías Renovables (APPA) ha puesto precio: 160 millones de euros para desperdiciar el 19% de la producción de autoconsumo industrial. Actualmente, en Catalunya se han superado las 60.000 instalaciones de autoconsumo con una potencia de 466 MW de potencia, y en España la cifra es superior a los 5.250 MW. La compañía está apostando para el mercado español, que considera que es uno de los tres países por todo el mundo con más potencial de crecimiento, los próximos tres años, donde quiere tener por aliadas a las distribuidoras y comercializadoras energéticas para "establecer acuerdos para ofrecer a nuestras baterías a sus clientes finales", avanza Comino. Considera que los cambios en la regulación del mercado energético tendría que contribuir, pero de momento no se les espera.

Franco Comino 11 ceo de sonnen ibérica
Franco Comino, director de Sonnen en España.

En este sentido, el responsable de Sonnen manifiesta que ha estado importante el avance que se ha hecho en España en energía fotovoltaica desde que se abolió el llamado impuesto al sol y se reguló el autoconsumo compartido -en un radio de dos kilómetros- entre vecinos o entre la administración pública y la población para las instalaciones fotovoltaicas. "Es un paso importante, en Catalunya por ejemplo ya hay 220 autoconsumos compartidos, pero no es suficiente, porque sería preferible que también se pudieran crear comunidades energéticas compartidas, como pasa en países como Alemania". Allí, explica, con la utilización de las baterías Sonnen se han fomentado las sonnenCommunity, es decir, grupos de usuarios que compartiendo sus capacidades energéticas acaban estructurando pequeñas redes de distribución, algunas de las cuales tienen la capacidad de generar tanta potencia como una pequeña central nuclear. La virtud es tener el mensaje y poder empoderar a la familia -el cliente final- para tener autoconsumo en su casa, bajando la factura un 80%, pero además hacer que durante el año también cubrir remuneraciones del sistema porque han vertido la energía sobrante a la red para beneficiar a toda la comunidad.

Desde el punto de vista tecnológico, Sonnen produce baterías LPF; eso quiere decir que se fabrican con litio (en un 1,5%), hierro y fosfato. Eso las hace más pesadas que las baterías eléctricas para la automoción, las NMC, que se fabrican con níquel, magnesio y cobalto, pero más seguras porque no pueden explotar o encenderse. La firma del grupo Shell produce unas 14.000 mensuales y tiene 100.000 instaladas, que han ahorrado la emisión de 183.000 toneladas de CO₂. Comino concreta que cada sistema de almacenamiento cuesta 5.900 euros más IVA -la inversión tiene un retorno a 7 o 8 años- y se tiene que sumar el coste de las placas fotovoltaicas, pero advierte que tienen capacidad de almacenar durante años, con una garantía de 10 años o de 10.000 ciclos -se puede cargar y descargar 10.000 veces-, "e incluso así conserva una capacidad de almacenaje del 82%". Por lo tanto, estamos hablando de tecnologías maduras que pueden ir a una residencia y a una industria, con capacidad para aguantar décadas, porque sí que se calcula una carga-descarga por día, es 27 años de vida. Fundada en Alemania, en el 2010, por Christoph Ostermann y Torsten Stiefenhofer, la empresa pasó a manos de Shell en el 2019, y en el 2021 entraron en España con la compra de la compañía Webatt, propiedad gratis Comino y distribuidora oficial de las baterías en España.

Franc Comino, del hotel Les Cols a EspaiZero

El azar marcó los inicios de la relación de Franc Comino con la matriz de Sonnen, en Alemania. Fue a raíz de la creación en 2013 del llamado EspaiZero, un edificio de oficinas en Olot, que Comino consiguió transformar en el primer espacio autoeficiente con energías renovables en España. Allí acudió, de visita educativa, un profesor y diversos alumnos de una escuela situada en Wildpoldsried, el municipio donde tuvo origen Sonnen, “y nos pusieron en contacto con ellos”, explica Comino. EspaiZero ha sido calificado por la Unesco y por GreenPeace como el primer centro de trabajo estatal 100% autosuficiente energéticamente.

Franc Comino, atraído por la ingeniería electrónica, hizo sus primeros pinitos con la energía sostenible en 2002, con una experiencia en su propia vivienda. Consiguió, a diferencia de los vecinos de su inmueble, gastar un 35% menos de energía gracias a la instalación de diversos aparatos de domótica y a una ordenación de la temperatura interior, el uso adecuado de las persianas, las luces, los electrodomésticos… “Pude demostrar que la eficiencia energética únicamente viene dada por un control energético adecuado”.

Corrió la voz sobre su experiencia en el municipio donde residía, Olot (Girona), y un nuevo proyecto hotelero con consignas de sostenibilidad, el hotel Les Cols -un proyecto de RCR Arquitectes- le encargó toda la gestión energética. Les Cols es además un restaurante dos estrellas Michelin, regentado por Fina Puigdevall. “Desarrollé un sistema de control de uso fácil y, también, corrió la voz y me empezaron a salir clientes apoderados que querían instalar sistemas domóticos en sus casas VIP, lo que me permitió coger el know-how suficiente para completar mi visión de cómo el control energético es el gran baluarte de la sostenibilidad energética”. Una trayectoria profesional que le ha llevado a gestionar un negocio de seis millones de euros en España, con perspectivas de duplicarlo en 2023, y multiplicar por tres la plantilla, ahora formada por 15 personas.

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Vista parcial de las instalaciones del camping La Ballena Alegre, en Sant Pere Pescador (Girona).

Entre manos, entre otros, Comino tiene el proyecto de los bungalós fotovoltaicos con acumulación energética Sonnen de la Ballena Alegre, en la población de Sant Pere Pescador (Girona). Los bungalós e-Devesa disponen de paneles fotovoltaicos y baterías inteligentes Sonnen libres de cobalto (LiFePO) que acumulan la energía sobrante durante el día. De esta manera, puede acumularse el excedente energético para aprovecharlo en todo momento cuando la instalación lo requiera: en días nublados o lluviosos y por la noche.