Ya se sabe que el dinero no gusta de sorpresas, y lo acontecido la semana pasada en los tipos de interés, y la evolución de los resultados empresariales, no han dado lugar a nuevas inquietudes. Subidas de 0,25 puntos por parte de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo y convencimiento del mercado de que lo más duro ha pasado y –si las cifras no se desmadran- fin del encarecimiento del precio del dinero a ultramar y ya pocas alzas para el Viejo Continente. Una incógnita despejada, al menos, hasta mediados de junio, cuando vuelva el frenesí de las reuniones de los dirigentes de la política monetaria.

Muy buen dato de paro en Estados Unidos el pasado viernes con bajada de la tasa global y la creación de 250.000 puestos de trabajo y una evolución empresarial positiva con caídas de los beneficios en torno al 2%, frente a la previsión de un deterioro mayor del 9% que no se va cumpliendo. Las cosas, pues, no andan mal, aunque tendrán que empeorar, sin duda. La caída del crédito bancario –España se sitúa en primera posición en cuanto al descenso de préstamos hipotecarios- se está acelerando a buen ritmo y eso es síntoma indiscutible de que las economías crecerán menos, con menos inversión. Una restricción crediticia que ayuda también a las políticas monetarias contractivas, lo que permite albergar en el caso de Estados Unidos que para final de este ejercicio, la Fed ya pueda llevar a cabo algún descenso en los tipos situados actualmente en el 5,25%.

Pero este panorama de tranquilidad que, tal vez, no da para que las bolsas continúen con su escalada alcista iniciada en este 2023, tiene un contrapunto en la fortísima especulación que está sufriendo la banca mediana estadounidense. Desplomes peligrosos que al día siguiente se revierten con subidas meteóricas. La clave, frente a casos como el del Silicon Valley Bank (SVB) es que ahora no hay salidas de depósitos, por lo que se atribuyen los movimientos bruscos a los inversores bajistas que intentan forrarse con estos movimientos, muy especialmente los conocidos hedge funds.

El responsable de análisis de Bankinter, Ramón Forcada, comentaba este pasado viernes la posibilidad de que el organismo supervisor de Estados Unidos, la SEC, ataje esta situación fijando límites o prohibiciones a estos inversores que ganan dinero cuando las acciones bajan. Podría ser esta próxima semana, o llevar más tiempo idear un mecanismo que desaliente a estos especuladores extremos. Esto no significa que la banca mediana estadounidense no pueda vivir otros episodios de fuga de capitales, arrastrada por su tipo de clientela y el daño heredado de años de tipos bajos o negativos. Pero, en el momento actual se detecta que los movimientos responden más a hacer dinero rápido.

Esta semana, que ahora comienza, contará el lunes con la festividad en Reino Unido por la resaca de la coronación de Carlos III, mientras la bolsa de París abrirá, aunque en el país será festivo por la celebración de la victoria y del fin de la Segunda Guerra Mundial. El jueves, el Reino Unido vivirá otra jornada destacada, menos infrecuente, con la decisión del Banco de Inglaterra sobre los tipos de interés. En Estados Unidos, las cifras de inflación de abril que se conocerán el miércoles dominarán la semana, junto con los precios de producción de abril (jueves) y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que cerrará el viernes el compendio de datos más relevantes.

Respecto al dato de inflación en Estados Unidos, el dato más relevante, se espera que repita en niveles del 5%. Cada vez cuesta más rebajar este dato y, de momento, el consenso de mercado no espera cambios en las cifras de abril. En el Reino Unido, los expertos manejan subidas de tipos respecto a sus niveles actuales del 4,25%. La inflación en esta economía sigue anclada entre el 9 y el 10%. A los problemas que atraviesan el resto de economías mundiales, en el país del ya rey Carlos III se suman los efectos del Brexit que generan fuertes presiones e inflaciones en el sector de servicios y en el mercado laboral, tras la salida de muchos emigrantes de su mercado de trabajo.