Terminó la semana anterior poniendo fin a las decisiones de los bancos centrales más importantes. La Fed mantuvo tipos y las autoridades monetarias de Suiza e Inglaterra también decidieron mantenerlos, con el episodio previo del BCE de subida de tasas de 0,25 puntos hasta poner el precio del dinero en el 4,5%. El mensaje claro ha sido el mantenimiento de los niveles actuales (la Fed amenazó con un alza antes de que termine el año) durante un prolongado espacio de tiempo que medido en términos de política monetaria supone que hasta final de 2024 no veremos bajar los actuales niveles del precio del dinero.

Y los mercados, que quieren alegrías pronto, se tomaron a mal este mensaje y rápidamente los bonos tiraron sus rentabilidades para arriba. En España tenemos el bono a 10 años rondando ya el 4% y en Estados Unidos se han tocado niveles del 4,5% (3,6% hace un año) para esta referencia mientras el bono alemán roza el 2,8% (2,02 en septiembre de 2022). Estos niveles sientan mal a los mercados de acciones, ya que hacen la bolsa más cara y compiten con el riesgo de la renta variable. Sentarse cómodamente en un 4,5% del bono americano es una opción apetecible que desincentiva tomar el riesgo de las acciones.

Esta nueva semana tiene como grandes referencias los datos de inflación en Europa, así como el deflactor del PIB de Estados Unidos (principal referencia de precios para la Reserva Federal). Los analistas esperan mejoras en la inflación subyacente que no contempla la energía ni los alimentos frescos, los elementos más volátiles de los precios. Ahora bien, la mejoría de la inflación no está tan clara para el IPC general, sometida a la tensión del precio del petróleo, una materia prima que acaba trasladando su subida al resto de componentes, vía coste energético. Si observamos el gráfico mensual del petróleo, se aprecia que el barril Brent de referencia en Europa se encontraba hace un mes a 83 dólares el barril y este pasado viernes cerraba en los 93 dólares el barril. Una importante subida en tan corto espacio de tiempo.

A este incremento habría que añadir la debilidad del euro frente al dólar que supone también importar inflación por cuanto el crudo se encarece por esta vía, ya que se paga en dólares. Nuevamente, tomando un mes de referencia, con un euro se conseguían 1,086 dólares y ahora la cotización de la moneda europea es de 1,064 dólares. Por tanto, más inflación general por ambas vías para el Viejo Continente que, posiblemente, reabran debates sobre los niveles del precio del dinero y sus expectativas, mientras los europeos ven cómo se les encarece día a día llenar el depósito de sus automóviles.

Las previsiones para una caída del crudo no son muy positivas, tanto por el interés de Rusia de utilizar la materia prima como arma geopolítica en su guerra con Ucrania, como por Arabia Saudita que podría sacar al mercado un nuevo paquete de acciones de la petrolera pública Aramco y, lógicamente, con un petróleo alto lo hará a mejor precio.

Y esto será lo más destacable a la espera de que las empresas empiecen a publicar sus beneficios empresariales, algo que no ocurrirá hasta mediados de octubre. Salvo sorpresas inesperadas, habrá que esperar esas nuevas referencias.

Como indican los analistas de MarketScreener, la actualidad es, pues, un poco escasa, pero dista mucho de ser nula. En el frente macroeconómico, Europa estará pendiente del índice Ifo alemán (lunes) y de la estimación preliminar de la inflación alemana (jueves). En Estados Unidos, el índice de confianza del consumidor estadounidense del Conference Board (martes) precederá a los pedidos de bienes duraderos el miércoles y a un discurso de Jerome Powell (después de todo, los bancos centrales no han desaparecido del todo). El viernes, la inflación preliminar europea de septiembre y la inflación PCE estadounidense compartirán protagonismo, entre un nutrido grupo de publicaciones. En Asia, se publicarán el índice Caixin de gestores de compras (PMI) de China y las cifras de producción industrial y confianza de los consumidores de Japón.

Y para contradecir un poco lo escrito anteriormente sobre resultados empresariales, aún se esperan algunos anuncios de empresas con fechas de cierre más exóticas que otras: Costco y Cintas el martes, Micron y Hennes & Mauritz el miércoles y Accenture y Nike el jueves.