Nos asomamos a la semana que pondrá fin a un primer trimestre del año apasionante y de numerosas caras: ¡Cuánto se aprende en tan corto espacio de tiempo! Pese a los revuelos de este marzo en el que casi todo se ha dado la vuelta, aún se conservan ganancias importantes en los indicadores de las Bolsas y también en los mercados de bonos. Un balance positivo, aunque el sentimiento inversor ha cambiado mucho. Los omnipresentes tipos de interés han vuelto a las subidas por parte de los bancos centrales mientras en los mercados secundarios caen las rentabilidades y se afianza un cierto pesimismo económico que anticipa una recesión, escenario menos probable cuando se inauguraba este 2023.

Pero la gran duda se ha gestado en las tres últimas semanas con la caída del Silicon Valey Bank (SVB) y la absorción de Credit Suisse por parte de su compatriota UBS. Los tan ansiados tipos altos que engordaban el margen financiero de las entidades se han vuelto en contra en cuanto a la pillada de sus carteras de bonos, construida en tiempos de tipos cero o negativos. Y ha vuelto el recuerdo de 2008 que se traduce en desconfianza entre las entidades financieras y en la búsqueda urgente de inversiones donde refugiarse.

Si los bancos dan un poco de tregua, la semana se volverá a centrar en la evolución de la inflación con los datos preliminares que se conocen siempre con el cierre del mes. Unos datos que ya comparará con los efectos de la subida fruto de la guerra de Ucrania que comenzó en febrero del pasado año pero que en marzo tuvo su primer mes entero de efecto negativo. La inflación de Europa, ahora anclada en el 8,5% se espera que baje hasta el 7,5%. También se espera un descenso importante en la inflación general de España que bajaría hasta el 4,3% desde el 6% previo, o la alemana al 7,6% con el dato de febrero en el 8,6%. Comparaciones que salen más positivas pero donde los analistas no se atreven a dar datos sobre la subyacente que no incluye ni alimentos frescos ni la energía.

El viernes, el dato más destacado será el deflactor del PIB de Estados Unidos, que es la inflación por la que se guía la política monetaria de la Fed, cuyos datos seguirán correspondiendo a febrero. “En un entorno que se ha vuelto generalmente más inestable, conviene, desde un punto de vista táctico a corto plazo, conservar el bañador, es decir, reducir la exposición a renta variable. En cuanto a la renta fija, también hay que mantenerse cauto. Los bonos del Tesoro estadounidense deberían beneficiarse inicialmente del repunte del apetito por el riesgo y de la lucha contra la inflación de los bancos centrales, ya que esto debería reducir las expectativas de inflación. A medio plazo, sin embargo, este segmento deberá aceptar que la inflación está aquí para quedarse, mientras que al mismo tiempo los bancos centrales seguirán reduciendo la marea de dinero barato, es decir, recortando sus balances y colocando bonos en el mercado”, explica Hans-Jörg Naumer, Director Global Capital Markets & Thematic Research de Allianz Global Investors.

El mismo lunes se publica el índice Ifo de confianza empresarial de Alemania. Será interesante ver si se mantiene la divergencia entre el debilitamiento de la situación actual y la mejora de las expectativas, o si el componente de la situación mejora, gracias, por ejemplo, a la drástica bajada de los precios del gas y el petróleo.

El martes destacan el índice de confianza de los consumidores de The Conference Board y el indicador de confianza de la Fed de Richmond para Estados Unidos. El miércoles se publica el índice GfK de confianza de los consumidores de Alemania.

El jueves sabremos los datos definitivos del producto interior bruto (PIB) estadounidense. El consenso anticipa una ligera mejora con respecto a la segunda previsión para el cuarto trimestre de 2022, que ya fue sólida. Apenas ningún motivo de revuelo. Al fin y al cabo, los datos del PIB como tales ya tienen un carácter muy retrospectivo.

Destaca también el Boletín Económico del Banco Central Europeo (BCE) que se conocerá el jueves y el viernes habrá otra oportunidad de escuchar a su presidenta Christine Lagarde que dará una conferencia.

Alemania, Italia, Estados Unidos y Francia celebrarán a lo largo de la semana subastas de deuda y en cuanto a resultados empresariales, los más destacados serán los de Carnival y H&M, este último que antaño solía servir para dirigir la marcha de la evolución de Inditex pero que ha ido perdiendo importancia por el poderío de la empresa gallega que ha marcado tendencia en el modo de adaptarse a las situaciones de crisis, incrementando sus beneficios.

Mucha volatilidad en los mercados, giros inesperados y la evolución de los bancos marcando el devenir de los índices. Todo apunta que los que aún acumulen ganancias en este primer trimestre preferirán materializar parte de sus beneficios