Después de varios días de análisis y discusiones, finalmente los ministros que representan a casi 200 países acordaron este miércoles un texto que pide una transición hacia el alejamiento de los combustibles fósiles. En el discurso pronunciado por el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Simon Stiell, en la clausura de la COP28, una frase que me llamó mucho la atención en relación con las iniciativas anunciadas en Dubái fue: “Son una línea de vida de acción climática, no una línea de meta”.

Pero ¿cómo podemos cambiar nuestra línea de vida, cómo salir de nuestra zona de confort?

Hoy leí un interesante post en LinkedIn: “...Nacida de la curiosidad y el deseo de innovar, la industria británica del gas, con apoyo del extranjero, creó la industria global del gas natural licuado (GNL). Este deseo de innovar es necesario nuevamente para hacer más ecológico el sector energético del futuro.”

Entonces la solución parece estar en ‘innovar’, pero con la intención de perdurar, de ser sostenible.

En 1987, la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo publicó el Informe Brundtland donde se definió el término "desarrollo sostenible" como “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

El concepto de sostenibilidad se dice que comenzó durante la revolución industrial, cuando se presentaron grandes progresos tecnológicos y transformación en las sociedades humanas. Sin embargo, este progreso se produjo con una distribución desigual de la riqueza, la explotación de las materias primas a escala mundial y crecientes emisiones de gases de efecto invernadero.

Este concepto de sostenibilidad aún sigue vigente hoy y fue necesario reunir a casi 200 países para pensar conjuntamente en soluciones ‘win-win’ para todos. Algunas decisiones tomadas están claras y otras aún necesitan definir su rumbo.

Ya que alrededor del 40% del CO₂ mundial proviene de la industria del petróleo y el gas, en comparación con alrededor del 15% del metano mundial, era imperativo lograr un acuerdo para una transición energética que incluyera a todos los combustibles fósiles.  Por primera vez en casi tres décadas, se aprobó un acuerdo que pide a los países que se alejaran del uso de combustibles fósiles.

Según explica el apartado de noticias de la web las Naciones Unidas, "los países reunidos en Dubái aprobaron este miércoles una hoja de ruta para la “transición hacia el abandono de los combustibles fósiles”, algo inédito en una conferencia de la ONU sobre el clima, pero el acuerdo se quedó corto en lo que respecta a la exigida retirada progresiva del petróleo, el carbón y el gas”.

El acuerdo se quedó corto en lo que respecta a la exigida retirada progresiva del petróleo, el carbón y el gas. Pero se propone triplicar la capacidad de energías renovables

En lo cual parece haber un consenso mayor es en situar a las energías renovables y la eficiencia en la cima de todos los planes energéticos y climáticos. Se propuso duplicar el progreso de la eficiencia energética y triplicar la capacidad de energías renovables, lo que conllevaría una disminución progresiva de combustibles fósiles. 

La eficiencia energética es un concepto que siempre he admirado y el cual pone a prueba la ciencia, ya que busca obtener los mejores resultados en cualquier actividad empleando la menor cantidad posible de recursos energéticos. En resumen, la eficiencia energética reduce el consumo de energía y si esta energía proviene de combustibles fósiles reduciría por consiguiente el consumo de estos.  

Un aspecto que aún necesita un enfoque claro es la financiación. El desarrollo de estas tecnologías es costoso y, sin una financiación adecuada, es difícil implementarlas tanto a nivel individual como a nivel nacional.

La captura de carbono es un concepto complejo y aun por entender propiamente. Algunos defensores de esta tecnología abogan que la captura y que el almacenamiento de carbono juega un papel clave para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas. Mientras que otros entes sostienen que la captura de carbono es limitada porque el proceso es costoso, ya que requiere enormes cantidades de energía y agua para separar el CO₂ de otros gases, así como un gran gasto de capital inicial en las plantas de captura.

Considerar que la medida de la captura y almacenamiento de carbono es el camino viable para alcanzar los objetivos de cero emisiones es muy grave desde el punto de vista económico, ya que costaría como mínimo 30 billones de dólares más que proyectos de energías renovables, eficiencia energética y electrificación, según un informe de la Smith School of Enterprise and the Environment de la Universidad de Oxford.

Aunque aún falta claridad en cuanto a la financiación, la captura de carbono y otros puntos, se empezaron a trazar caminos viables para transitar hacia una nueva línea de vida. ¿Será que necesitamos una nueva ‘revolución industrial’?

¿Cómo podríamos utilizar las experiencias de los visionarios pasados e involucrar a las nuevas tecnologías desarrolladas en las últimas décadas para avanzar hacia un futuro seguro, duradero y equilibrado?