La entrada en vigor del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (AI Act o Reglamento IA) ha dado paso a una de las piezas clave de su estructura de vigilancia: el Panel Científico de Expertos Independientes. Este nuevo organismo, compuesto por hasta 60 especialistas, tiene la misión de apoyar técnicamente la implementación del Reglamento y advertir sobre los riesgos sistémicos que pueda provocar la inteligencia artificial de propósito general (GPAI, por sus siglas en inglés), como los modelos fundacionales o generativos.

Un panel científico de expertos

La IA está transformando sectores clave como la educación, la sanidad, las finanzas o la comunicación. Con el auge de modelos como GPT-4 o Gemini, Europa ha optado por una regulación estricta, pero flexible, para minimizar daños sin frenar la innovación. Dentro de este marco, el Panel Científico se encargará de controlar los desarrollos más avanzados, analizar sus impactos y emitir "alertas cualificadas" si detecta riesgos inminentes para la salud, la seguridad o los derechos fundamentales. El Reglamento, aprobado en 2024 y exigible en sus principales obligaciones  desde agosto de ese año, prevé varias nuevas instituciones: la Oficina Europea de IA, el Comité Europeo de Inteligencia Artificial y ahora este panel científico, que funcionará como brazo técnico independiente de la Oficina.

Se busca un equipo multidisciplinar, diverso e independiente

El panel estará compuesto por un máximo de 60 expertos procedentes de diversas disciplinas: informática, ética, sociología, ingeniería o medio ambiente, entre otros. La Comisión Europea ha establecido criterios estrictos para su selección, priorizando la independencia, la diversidad geográfica y de género, y la excelencia profesional. Cada experto deberá poder acreditar conocimientos sólidos en IA, tener experiencia contrastada (por ejemplo, doctorado o publicaciones relevantes), y no mantener vínculos financieros con empresas proveedoras de IA; no puede haber conflictos de interés. Los mandatos son de dos años, renovables, y las funciones incluyen desde la elaboración de guías técnicas y metodologías de evaluación hasta la participación en tareas de vigilancia de mercado.

Alerta cualificada

Una de las funciones más relevantes del panel es su capacidad para emitir una “alerta cualificada”, prevista en el artículo 90 del AI Act. Este mecanismo se activa cuando el panel considera que un modelo de IA de propósito general supone un riesgo sistémico: es decir, que podría afectar gravemente la salud pública, los derechos fundamentales o, por ejemplo, la estabilidad democrática de los Estados miembros. En ese caso, el panel envía una notificación formal a la Oficina Europea de IA, que tiene 14 días para analizar el caso y decidir si el modelo debe ser clasificado como de alto riesgo. De ser así, el proveedor de IA tendrá que cumplir obligaciones adicionales, como evaluaciones periódicas de impacto, notificación de incidentes, o medidas de ciberseguridad más estrictas.

Transparencia y vigilancia ciudadana

Algunas organizaciones de la sociedad civil han exigido que el panel debe operar con la máxima transparencia. Algunas como el Future of Life Institute han pedido que se publiquen las actas, agendas, recomendaciones y alertas emitidas. Si este órgano tiene poder para frenar modelos de IA peligrosos, también debe rendir cuentas públicamente, afirman. La Comisión ha establecido mecanismos para publicar las declaraciones de interés de cada experto, controlar posibles conflictos y garantizar que las decisiones estén bien fundamentadas. Además, la Oficina de IA coordina con las agencias nacionales de vigilancia del mercado para asegurar que las decisiones del panel tengan alcance efectivo y homogéneo en toda la Unión Europea.

Retribución

A diferencia de otros comités técnicos, los miembros del panel no tienen salario fijo, pero sí pueden recibir honorarios si participan activamente como relatores o expertos en informes específicos. También está previsto que se les reembolsen los gastos de viaje y alojamiento cuando participan en actividades oficiales.

Liderazgo digital europeo

Con la creación del Panel Científico de Expertos, la Unión Europea refuerza su ambición de convertirse en líder mundial en regulación ética y responsable de la inteligencia artificial. A diferencia de otros bloques, como Estados Unidos o China, Europa apuesta por un modelo centrado en los derechos fundamentales, la protección del usuario y la sostenibilidad tecnológica. El reto no es menor: gestionar los beneficios de una tecnología poderosa sin caer en el pánico ni en la complacencia. Para eso, contar con voces científicas independientes, con criterio técnico y visión a largo plazo, será crucial.