La empresa catalana Open Cosmos y el Agencia Espacial Europea han lanzado este domingo el nanosatélite Phisat-2, que ha diseñado para mostrar las capacidades y el potencial de la inteligencia artificial (IA) en órbita en el campo de la Observación de la Tierra. La tecnología que incorpora el satélite Phisat-2 combina una cámara multiespectral con un ordenador potente que permite que las aplicaciones d'IA se ejecuten a bordo, mediante el programa NanoSat MO Framework (NMF), desarrollado específicamente para satélites pequeños, que permite instalar, actualizar y operar las aplicaciones de forma remota desde la Tierra.
Eso se traducirá en la obtención de datos significativos y fundamentales para mejorar las actuaciones de respuesta a desastres naturales, el seguimiento marítimo, la protección del medio ambiente, o la detección de nubes, entre otros ámbitos, según ha comunicado Open Cosmos, coincidiendo con el lanzamiento del nanosatélite. Ha sido este domingo cuando el nanosatélite (un CubeSat de 6 unidades), fue integrado por Exolaunch y se ha elevado de la base de la fuerza espacial de Vandenberg en California, durante la misión Transporter-11 Rideshare, con SpaceX desde un Falcon 9.
Desde la compañía que lidera y fundó a Rafel Jordà se argumenta que la IA ya ha demostrado ser un recurso muy útil para ayudar a la comunidad científica a analizar diferentes aspectos, como es el caso de los datos de los satélites. El satélite no solo establece un nuevo estándar en la tecnología d'IA basada en el espacio al permitir el análisis de datos a bordo en tiempo real por primera vez, sino que también es una muestra más de uno de los objetivos fundacionales de Open Cosmos, que es hacer que los datos espaciales sean accesibles para todo el mundo.
En este sentido, una gran diferencia que introduce este nuevo nanosatélite ejecutado por Open Cosmos es que, aunque la mayor parte de este procesamiento d'IA se hace en el suelo, después de que los datos se hayan descargado, la misión Phisat-2 permite que se ejecute directamente en el espacio. Así, en vez de descargar grandes cantidades de datos sin procesar, las aplicaciones integradas pueden procesar y transmitir solo la información más esencial a la Tierra, dando beneficios tangibles en la eficiencia de la transmisión de datos y facilitando la toma de decisiones más rápida.
Incendios forestales, inundaciones... los ecosistemas marinos
En concreto, la inteligencia artificial se ejecuta a bordo del nanosatélite Phisat-2 a partir de cuatro aplicaciones:
- Sat2Map: desarrollada por CGI, Sat2Map envía datos críticos a los equipos de respuesta durante emergencias y desastres como inundaciones o terremotos. Utiliza imágenes de satélite en tiempo real para crear mapas de las zonas afectadas para el uso de los equipos sobre el terreno.
- Detección de nubes: desarrollada por KP Labs, esta aplicación detecta, identifica y clasifica las nubes para dar información en tiempo real sobre su distribución. Eso ayuda a los usuarios a saber cuándo y dónde recoger imágenes de satélite, haciéndolas más eficientes y útiles.
- Detección de barcos: esta aplicación, desarrollada por CEiiA, utiliza el aprendizaje automático para detectar y clasificar barcos basándose en imágenes multiespectrales del Phisat-2 para el seguimiento marítimo en tiempo real.
- Compresión profunda de imágenes: desarrollada por GEO-K, esta aplicación comprime las imágenes capturadas a bordo para una transmisión más eficiente a la Tierra.
Asimismo, con el satélite en órbita, se han cargado dos aplicaciones más que servirán para detectar, por una parte, anomalías en ecosistemas marinos (con la aplicación del IRT Saint Exupéry Technical Research que utiliza el aprendizaje automático para escanear imágenes de satélite y detectar anomalías en ecosistemas marinos, con pruebas que han demostrado ser un éxito en la caracterización de vertidos de petróleo, floraciones de algas e inundaciones de sedimentos.
Por otra parte, el nanosatélite contará con PhiFire AY. Esta aplicación de detección de incendios forestales, de Thales Alenia Space, envía señales de alerta temprana a los equipos de respuesta con un informe de clasificación que identifica no solo el incendio en sí, sino también las zonas seguras, quemadas y con agua próximas.