El gigante tecnológico estadounidense Nvidia ha alcanzado esta semana un hito sin precedentes en la historia de los mercados financieros: convertirse en la primera empresa del mundo que alcanza los 5 billones de dólares de capitalización bursátil (equivalente a unos 4,28 billones de euros). La compañía, que se ha convertido en el símbolo más visible de la revolución de la inteligencia artificial, consolida así su posición como la cotizada más valiosa de todos los tiempos, superando a rivales de peso como Apple y Microsoft.

El ascenso meteórico de Nvidia, iniciado hace menos de una década, se ha acelerado de forma espectacular en los últimos dos años, impulsado por la demanda global de chips de alto rendimiento destinados a entrenar modelos de inteligencia artificial, como los que utilizan empresas líderes del sector tecnológico. Esta escalada bursátil, que muchos analistas ya califican de "nueva fiebre del oro digital", ha convertido a la firma fundada por Jensen Huang en 1993 en un actor central de la nueva economía basada en la computación acelerada y el procesamiento masivo de datos.

Las acciones de Nvidia, que cerraron la sesión del martes a 201,03 dólares, experimentaron un repunte inmediato del 5,19% en la apertura de Wall Street, alcanzando los 211,47 dólares por título. Esta subida disparó su capitalización hasta los 5,13 billones de dólares (unos 4,4 billones de euros), un registro nunca visto hasta ahora en las bolsas internacionales.

El contexto de este crecimiento es doble: por un lado, la expectación generada por la reunión inminente entre Donald Trump y Xi Jinping, que podría redefinir el escenario comercial y tecnológico entre Estados Unidos y China; por otro, los resultados trimestrales que Nvidia presentará a mediados de noviembre, y que se prevén espectaculares según los analistas de Wall Street.

Donald Trump y el chip del futuro

El interés político por Nvidia aumentó aún más después de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se refiriera a la compañía durante unas declaraciones a bordo del Air Force One. El mandatario confirmó que hablará con su homólogo chino sobre Blackwell, la nueva arquitectura de procesadores de inteligencia artificial desarrollada por Nvidia. Trump calificó el modelo de “simplemente increíble”, añadiendo que “probablemente estará una década por delante de cualquier otro chip del mercado”. Este tipo de comentarios han sido interpretados por los inversores como una señal de confianza política en el liderazgo tecnológico norteamericano.

La empresa californiana ha acumulado en lo que llevamos de 2025 una revalorización superior al 50%, después de haber superado el umbral de los 4 billones de dólares el pasado 9 de julio. Solo un año antes, en junio de 2024, Nvidia había alcanzado los 3 billones, y en febrero de 2023 los 2 billones, demostrando una progresión casi exponencial que ninguna otra empresa había experimentado en tan poco tiempo. En menos de dos años, el valor de sus acciones se ha cuadruplicado, consolidando su papel como epicentro de la revolución de la IA generativa.

El dominio de Nvidia es aún más evidente si se compara con los otros dos grandes nombres de Silicon Valley. Microsoft y Apple, que durante años se disputaron el liderazgo bursátil mundial, mantienen actualmente una capitalización de unos 4 billones de dólares cada una, mientras que Google superó el umbral de los 3 billones el septiembre pasado. Esta diferencia refleja la nueva jerarquía del sector tecnológico, en la que los fabricantes de hardware de IA han tomado el relevo a las empresas de software y servicios digitales.

Los resultados y las perspectivas

Nvidia publicará el próximo 19 de noviembre sus resultados correspondientes al tercer trimestre fiscal, que abarca los meses de agosto a octubre. En el anterior trimestre (de mayo a julio), la compañía registró unos beneficios netos de 26.422 millones de dólares (22.666 millones de euros), un incremento del 59,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Los ingresos totales alcanzaron los 46.743 millones de dólares (40.098 millones de euros), un 55,6% más que el año pasado. Para el trimestre en curso, Nvidia prevé unos ingresos de 54.000 millones de dólares (46.323 millones de euros), cifra que podría superar de nuevo las expectativas del mercado. El éxito de Nvidia trasciende la bolsa.

Su tecnología es el eje vertebrador del progreso en IA, y sus chips son imprescindibles para entrenar modelos de lenguaje, procesar datos visuales o impulsar los centros de datos del futuro. Su liderazgo se ha convertido en una cuestión estratégica para Estados Unidos, en un momento en que la competencia con China por la supremacía tecnológica es más intensa que nunca. Por todo ello, el ascenso de Nvidia no solo marca un hito financiero, sino que simboliza un cambio de era en la economía global: el paso del dominio del software al reinado del hardware inteligente.