¿Crees que la inteligencia artificial puede realmente ayudarnos a tomar mejores decisiones? Soy Esther Checa, y hoy vamos a hablar de cómo tomamos decisiones y cómo la IA puede modificar este proceso. Con la llegada de la inteligencia artificial generativa, obtener respuestas y consejos es más fácil y más barato que nunca. Esto significa que saber hacer las preguntas correctas y tener claras nuestras prioridades y valores, se vuelve mucho más importante. Si no sabemos qué buscamos, la IA solo nos dará mucha información sin sentido.

¿Por qué es importante?

Es importante porque, aunque la IA nos da acceso rápido a mucha información, no nos da la sabiduría para usarla. En una entrevista a Cassie Kozyrkov, la excientífica jefa de decisiones de Google explicaba que, antes, tardábamos semanas o meses en obtener respuestas a preguntas importantes, y eso nos daba tiempo para pensar y refinar lo que pedíamos. Ahora, la IA responde al instante, y si no pensamos bien la pregunta, podemos tomar decisiones equivocadas basadas en información que no nos sirve.

El trabajo de Kozyrkov es mostrar que, el mayor error al tomar decisiones es no entender nuestras prioridades. Si no sabemos qué es importante para nosotros, cualquier consejo, incluso el de una IA, puede ser perjudicial. Ella usa un ejemplo muy claro: preguntarle a una IA "¿cómo puedo vivir la mejor vida posible?" , no te dará una respuesta útil porque la IA no conoce tus valores o tus metas personales. Te dará una respuesta "promedio", basada quizás mirando las redes sociales. Para que la IA nos  ayude, tenemos que darle nuestro contexto, nuestros problemas específicos y nuestras prioridades.

La IA puede ser muy útil, pero solo si le das la información y el contexto adecuados. Es decir, no puedes simplemente pedirle "cómo estar lo más sano posible" sin darle tus detalles. Otro punto crucial que propone esta experta, es que los líderes deben delegar decisiones. No pueden ocuparse de cada pequeño detalle. Dice, que su trabajo es asegurarse de que las preguntas importantes se hagan y se deleguen a las personas adecuadas, o a los sistemas de IA adecuados, para que se tomen buenas decisiones. Para eso, es clave tener una visión clara de lo que se quiere lograr.

Definición de prioridades y objetivos

La IA no nos da nuestros valores ni nuestros objetivos; solo nos da datos y opciones. Si dejamos que la IA decida nuestros valores, estaremos adoptando un "promedio de internet" o los valores de los ingenieros que la diseñaron. Es fundamental que las personas y las empresas definan sus propios valores y metas, y luego usen la IA como una herramienta para conseguir esas metas, no para que las defina por ellos. No hay que olvidar, que la IA es muy segura en sus respuestas, incluso cuando no está segura o "alucina", y eso puede ser peligroso si no tenemos claro lo que queremos.

La llegada de la inteligencia artificial nos obliga a ser más reflexivos y claros sobre lo que queremos y valoramos. La IA puede ser una herramienta poderosa para obtener información y diferentes opciones, pero no puede reemplazar nuestra capacidad de definir nuestras propias prioridades y objetivos. Para usarla bien, debemos aprender a hacer las preguntas correctas, a darle el contexto necesario y a evaluar críticamente sus respuestas, siempre alineándolas con nuestros propios valores. La toma de decisiones en la era de la IA no es subcontratar el pensamiento, sino potenciarlo.