La consulta tiene como objetivo recoger las aportaciones de las partes interesadas con el fin de aclarar las normas para los modelos de inteligencia artificial de propósito general (IA-PG, o GPAI, en inglés). Son IA-PG las IAs que más habitualmente utilizamos y conocemos. Estos comentarios servirán para elaborar las directrices de la Comisión que expliquen los conceptos clave y aborden las cuestiones fundamentales de las disposiciones del Reglamento IA que afectan a las IA-PG. En particular, en lo que respecta a las definiciones, las responsabilidades de los proveedores y los requisitos de comercialización. Así, las directrices facilitarán detalle sobre cuestiones como “qué es un modelo de propósito general”, “que entidades son proveedores en varias constelaciones” o “qué acciones constituyen la puesta en el mercado”.
También se detallará cómo la Oficina de IA apoyará el cumplimiento normativo de las partes obligadas y se explicará cómo el uso del Código de Conducta que se apruebe podría reducir las cargas administrativas y servir como referencia para el cumplimiento regulatorio. Hasta el 22 de mayo,todas las partes interesadas o stakeholders—incluidos proveedores de IA-PG, desarrolladores intermedios de sistemas de IA, sociedad civil, academia, otros expertos y autoridades públicas— pueden enviar sus comentarios. Aunque estas directrices no son jurídicamente vinculantes, revelarán cómo planea la Comisión interpretar y aplicar las normas sobre IA-PG en el marco del Reglamento IA. Se espera que tanto estas directrices como el Código de Conducta final estén listos antes de agosto de 2025.
La Comisión publica una licitación para el Centro de Atención del Reglamento IA
La Comisión Europea ha publicado una convocatoria para establecer un equipo externo que forme el futuro Centro de Atención del Reglamento IA, destinado a facilitar la implementación en la práctica de este reglamento. Este centro funcionará como un centro de información que proporcionará orientación clara sobre la aplicación del reglamento y responderá de forma específica a las preguntas de las partes interesadas.
A través de este centro, las partes podrán enviar preguntas directamente a la Oficina de IA. El equipo externo seleccionado trabajará en estrecha colaboración con esta oficina para responder a las consultas. El centro se lanzará en el verano de 2025 y las respuestas estarán disponibles en todos los idiomas de la UE a través de una plataforma en línea actualmente en desarrollo. Esta iniciativa apoya los objetivos del Reglamento IA de fortalecer la confianza pública en la tecnología y proporcionar a las empresas la seguridad jurídica necesaria para escalar y adoptar la IA en Europa. La licitación estará abierta hasta el 19 de mayo de 2025.
Retrasos en el desarrollo de los estándares de IA
Si los estándares (normas técnicas) que se están desarrollando no están listas a tiempo, la Comisión Europea podría intervenir y desarrollar "soluciones alternativas" para ayudar a las empresas a demostrar el cumplimiento del Reglamento IA. CEN-CENELEC, el organismo formado por 34 entidades nacionales de normalización encargadas de elaborar dichos estándares, ha indicado que las entregas inicialmente previstas para agosto de 2025 se retrasarán hasta 2026. Aunque estas normas no son obligatorias, facilitarán significativamente los esfuerzos de cumplimiento para los proveedores de sistemas de IA de alto riesgo.
Como es sabido, el Reglamento IA, que se orienta a regular fundamentalmente las aplicaciones de IA de alto riesgo, entró en vigor en agosto pasado y será plenamente exigible en 2027. La Comisión indicó que aspira a que los proveedores y las entidades de evaluación de conformidad se puedan preparar antes de que los requisitos legales entren en vigor, lo cual es en agosto de 2026 para algunos de los sistemas de alto riesgo. Las versiones preliminares de los estándares, previstas para este año, deben someterse a procesos obligatorios de edición, evaluación de la Comisión, consulta y votación antes de su aprobación final, por lo que se trata de un proceso largo y complejo, que previsiblemente no estará finalizado a tiempo dado lo ajustado de los plazos.
Las razones para la simplificación normativa
La "simplificación regulatoria" anunciada por la Comisión y comentada en estas páginas, es una iniciativa, aun en desarrollo, que busca ajustar requisitos para pequeñas empresas, reducir cargas administrativas y asegurar la coherencia normativa. No obstante, a nadie se le oculta que este enfoque surge en un contexto de fuertes presiones políticas internas y externas. Trece Estados miembros de la UE firmaron una declaración para revisar la normativa digital y eliminar barreras regulatorias, preocupados por la competitividad europea frente a EE. UU. y China. Aunque se reconoce la complejidad del marco regulatorio europeo, especialmente para pymes, muchos cuestionan si la desregulación realmente impulsará la competitividad. Los críticos con estas tesis señalan que las verdaderas barreras al desarrollo tecnológico europeo son estructurales —como la fragmentación del mercado y la falta de capital— más que regulatorias. En la otra parte del espectro, otros expertos alertan con creciente preocupación de que la “simplificación” pueda debilitar protecciones fundamentales para los europeos de leyes como el Reglamento IA y el RGPD.