CaixaBank ha anunciado la creación de una oficina de inteligencia artificial, una estructura especializada que dependerá de la dirección de Medios y ejercerá sus funciones en todo el grupo. Esta iniciativa nace con la doble finalidad de velar para que todos los proyectos corporativos vinculados a esta tecnología emergente cumplan escrupulosamente con el marco regulatorio y, a la vez, generen un valor real para todas las líneas de negocio de la entidad.
La nueva oficina asumirá la responsabilidad integral de supervisar todo el ciclo de vida de cualquier aplicación de inteligencia artificial utilizada por la entidad. Esta supervisión se extenderá tanto a los sistemas desarrollados internamente como a los provenientes de proveedores externos, y cubrirá igualmente todo el espectro tecnológico, desde las soluciones de agentes y los modelos generativos hasta las diversas modalidades de aprendizaje automático.
La decisión de crear esta estructura especializada se articula sobre unos principios de Inteligencia Artificial Responsable específicamente definidos por CaixaBank. Este marco normativo interno no solo busca garantizar el cumplimiento estricto de la legislación vigente y emergente, sino que también se alinea explícitamente con los valores éticos que tradicionalmente han caracterizado al grupo. En este sentido, la oficina desarrollará funciones relativas a la gobernanza, la operación cotidiana, la estrategia a largo plazo y la promoción de una cultura organizativa adecuada a la era de la inteligencia artificial.
Uno de los aspectos más innovadores de esta iniciativa es su enfoque como punto de acceso único para toda la organización. La oficina se configurará como una ventana única a la que podrán consultar todos los profesionales del grupo, independientemente de su área funcional o ubicación geográfica, con el fin de plantear consultas técnicas, sugerencias de aplicación o necesidades específicas relacionadas con posibles casos de uso de esta tecnología. Este modelo de gobernanza colaborativa pretende democratizar el acceso al conocimiento especializado y acelerar la identificación de oportunidades de innovación en todas las capas de la entidad.
El equipo de nueva creación que formará parte de esta oficina combinará perfiles profesionales multidisciplinares, integrando expertos en ciencia de datos, ingeniería de software, asuntos regulatorios, ética aplicada y transformación digital, entre otras áreas de conocimiento. Esta diversidad de perspectivas refleja la naturaleza compleja y transversal de los retos que deberá afrontar la estructura.
La implantación de esta oficina no constituye un hecho aislado, sino que se inserta en el contexto más amplio del plan estratégico 2025-2027 de CaixaBank. Dentro de este marco, la entidad ha diseñado una detallada hoja de ruta tecnológica que contará con una inversión global de 5.000 millones de euros. Entre las líneas de actuación previstas, destacan proyectos para renovar los canales existentes de comunicación y atención, así como el desarrollo de nuevas capacidades comerciales y de servicio al cliente, especialmente mediante la aplicación de tecnologías de inteligencia artificial generativa.
La decisión de CaixaBank refleja una tendencia creciente en el sector financiero europeo, donde las instituciones buscan equilibrar la necesidad de innovación acelerada con los imperativos de gestión de riesgos y cumplimiento normativo. La entidad se posiciona así como una de las pioneras en el Estado en institucionalizar formalmente la gobernanza de esta tecnología, anticipándose a los requisitos regulatorios que se esperan en los próximos años de acuerdo con el marco legislativo europeo.
La aproximación integral adoptada por CaixaBank, que abarca desde los aspectos técnicos y operativos hasta los cuestionamientos éticos y culturales, podría convertirse en un referente para el resto de actores del sector financiero. La capacidad de la entidad para armonizar la innovación tecnológica con la responsabilidad corporativa será observada con atención tanto por los reguladores como por los competidores del sector.
Más allá de sus implicaciones tecnológicas, la implantación de esta oficina representa una transformación cultural significativa para CaixaBank. El éxito de la iniciativa se medirá no solo por los modelos implementados o las eficiencias obtenidas, sino también por su capacidad para fomentar una organización más ágil, consciente y responsable en el uso de tecnologías con un potencial transformador profundo. Los próximos meses serán determinantes para observar cómo se materializa esta estructura en proyectos concretos y cuáles serán las primeras áreas de negocio en beneficiarse de este enfoque sistemático de la inteligencia artificial.
