La adopción de la inteligencia artificial (IA) avanza con paso firme en el tejido empresarial español, especialmente en el ámbito de los procesos financieros. Según el reciente Informe Europeo de Pagos 2025, elaborado por Intrum, seis de cada diez empresas ya utilizan esta tecnología para automatizar tareas, reducir la morosidad y mejorar la relación con sus clientes.
Un año después de la entrada en vigor de la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea —vigente desde el 1 de agosto de 2024 y que será de aplicación obligatoria a partir del 2026— el documento refleja una clara tendencia hacia una gestión digital más eficiente. Sin embargo, persisten obstáculos que dificultan una integración llena de la IA.
Los beneficios percibidos por las empresas son diversos. Un 25% destaca el incremento de la eficiencia operativa, mientras que un 22% subraya la disminución de los retrasos en los pagos. Mejoras en el análisis de datos y en la comunicación con los clientes también son reconocidas por un 14% de los encuestados, respectivamente.
Sin embargo, el aprovechamiento de esta tecnología todavía es parcial. Un 53% de las organizaciones reconoce tener dificultades para encontrar personal cualificado que permita implementar soluciones de IA con impacto real. Este déficit de competencias limita el despliegue efectivo de las herramientas digitales.
Además, la mitad de las empresas admite sentir presión ante el riesgo de perder competitividad si no integra estas innovaciones en sus procesos de gestión interna. Con todo, los indicadores de cambio son evidentes: un 31% prevé incrementar el uso de IA y un 55% ya aplica medidas para proteger la privacidad de los clientes, muestra de un enfoque más maduro y responsable.
Consumidores más receptivos a la comunicación digital
El comportamiento de los consumidores también está evolucionando. Un 22% prefiere interactuar con sistemas automatizados cuando se trata de gestiones relacionadas con pagos retrasados. Para un 18%, hablar con un bot les genera menos sensación de juicio que hacerlo con una persona. Incluso en casos como la petición de aplazamientos, un 13% opta por canales digitales, percibiéndolos como más neutros.
Lejos de ver la IA como una amenaza para el empleo, muchas empresas la consideran una oportunidad. El 43% de los encuestados cree que esta tecnología generará más puestos de trabajo de los que podría sustituir. La aplicación en áreas clave como la gestión de pagos no solo aporta eficiencia y capacidad de previsión, sino que también libera recursos que se pueden destinar a funciones de más valor añadido.
En Catalunya, como el resto de su entorno, la falta de perfiles profesionales especializados, especialmente fuera de las grandes ciudades, sigue siendo una de las principales barreras para el despliegue efectivo de estas herramientas. Además, la preocupación por la protección de datos obliga a las empresas a adoptar un enfoque prudente y responsable.
Desde la Generalitat y los centros tecnológicos, se han promovido iniciativas para facilitar la adopción de estas tecnologías, con programas de ayudas y formación orientados a las pymes. El objetivo es que la IA deje de ser una oportunidad solo para grandes corporaciones y se convierta en una palanca real de competitividad para el conjunto del tejido empresarial catalán.