La Comisión Europea ha propuesto este miércoles una iniciativa legislativa para garantizar el derecho de los consumidores de la Unión Europea a reparar los productos estropeados para evitar el despilfarro de recursos, ahorrar dinero a los ciudadanos y avanzar hacia un sistema económico más circular. "Los consumidores obtendrán las herramientas que necesitan para escoger la reparación y hacer una contribución positiva a la circular economía. También se envía un mensaje importante a las empresas que los modelos comerciales sostenibles y las inversiones en reparaciones son rentables", dijo en rueda de prensa el comisario europea de Justicia, Didier Reynders.

En concreto, Bruselas calcula que anualmente en la UE se genera innecesariamente 35 millones de toneladas de basura, 261 toneladas de CO2 liberadas a la atmósfera y 30 toneladas de recursos desperdiciadas para tirar aparatos defectuosos o que ya no funcionan, en lugar de arreglarlos. Eso comporta, además, un coste financiero de 12.000 millones de euros al año para los consumidores, según cálculos de la Comisión Europea, que también estima que la nueva normativa incentivará inversiones por valor de 4.800 millones.

Pendiente de aprobación

La propuesta, que se tendrá que negociar con los Estados miembros y con el Parlamento Europeo, no amplía el periodo de garantía obligatoria de productos como una lavadora o un televisor. Pero forzará a los fabricantes a informar a los consumidores de que están obligados a reparar gratis el aparato cuando esté cubierto todavía por la garantía y repararlo sea menos caro que reemplazarlo por uno nuevo.

¿Qué beneficios se dan?

La propuesta introduce un nuevo derecho a la reparación para los consumidores, tanto dentro como fuera de la garantía jurídica. Así pues, los vendedores estarán obligados a ofrecer reparación, excepto cuando sea más cara a la sustitución. Y son los siguientes:

  • El derecho de los consumidores a reclamar a los productores la reparación de productos que se pueden reparar técnicamente con el Derecho de la UE, por ejemplo, una lavadora o una televisión. Eso garantizará que los consumidores siempre tengan alguien a quién repetir cuando opten por reparar sus productos.
  • La obligación de los productores de informar a los consumidores sobre los productos que estén obligados a repararlos mismos.
  • Una plataforma de reparación en línea para poner en contacto a los consumidores con los talleres de reparación y los vendedores de productos renovados en su zona. La plataforma permitirá realizar búsquedas por|para ubicación y estándares de calidad, lo que ayudará a los consumidores a encontrar ofertas atractivas y aumentará la visibilidad de los talleres de reparación.
  • Un formulario europeo de información sobre reparación de los consumidores podrá solicitar cualquier taller de reparación, que aportará transparencia sobre las condiciones y el precio de la reparación, y facilitará a los consumidores la comparación de las ofertas de reparación.
  • Se elaborará un estándar de calidad europeo de los servicios de reparación con la finalidad de ayudar a los consumidores a encontrar los talleres de reparación que se comprometen a ofrecer una mayor calidad. Este estándar de «reparación fácil» estará abierto a todos los talleres de reparación de toda la UE que se comprometen a ofrecer unos estándares mínimos de calidad, por ejemplo, basados en la duración o la disponibilidad de los productos.