El oro y la plata renuevan en esta semana de Navidad los máximos históricos en medio de las tensiones geopolíticas y, ante las posibles futuras bajadas de tipos por parte de la Fed. El precio de la onza de oro se ha situado cerca de los 4.500 dólares, mientras que la plata se ha acercado a los 70 dólares.

Tras los nuevos máximos alcanzados ayer, el oro y la plata los renuevan antes de la apertura de la sesión bursátil de este martes, y el precio de la onza de oro, con una subida del 0,89%, se sitúa en 4.483,4 dólares tras alcanzar los 4.497,68; mientras que la plata avanza un 0,41%, hasta los 69,34 dólares tras llegar a los 69,99 dólares.

En lo que va de año, el oro registra un alza del 70,82%, mientras que la plata ha subido desde enero y a falta de una semana para que termine 2025, un 140,59%; por lo que se encaminan a su mayor aumento anual de precios desde el año 1979.

Según el analista de XTB Adrián Hostaled, actualmente, la competencia estratégica entre bloques (EE. UU.-Occidente frente a China-Rusia) se percibe como de largo plazo, y es ahí donde el oro actúa como activo neutral al margen de sistemas de pago controlados por una sola potencia.

A ello se une, según Hostaled, las crecientes sanciones financieras y bloqueos comerciales, lo que ha llevado a varios países a ver el oro como vía de protección frente a posibles congelaciones de reservas en dólares o euros.

Estados Unidos ya ha confiscado dos buques y el domingo informó de una operación para interceptar a un tercero en el mar Caribe, como parte del bloqueo anunciado por el presidente Donald Trump a la entrada y salida de Venezuela de los petroleros sancionados por Washington. Mientras mantiene un despliegue militar en la región visto por Caracas como una amenaza para propiciar un cambio de régimen.

Asimismo, los bancos centrales de economías emergentes han acelerado sus compras de oro para reducir la dependencia del dólar, alimentando una demanda estructural adicional ligada directamente al riesgo geopolítico.

En este escenario, según Hostaled, parte del mercado empieza a ver a algunas divisas refugio tradicionales como menos eficaces ante las intervenciones de política monetaria, lo que aumenta el atractivo relativo del oro, incrementando la inversión institucional en fondos de inversión sobre el metal precioso.