Si llegan a decir hace apenas seis meses que el precio del gas en el mercado europeo estaría en mínimos de los últimos dos años en enero, no lo hubiésemos creído. Y la realidad actual no es otra que esa: el precio del hidrocarburo en el TTF, mercado de referencia en el Viejo Continente, está asentado sobre los 66 euros MWh, niveles similares a los que marcaba a comienzos de enero de 2021.

La situación en cuanto al valor del hidrocarburo ha cambiado sustancialmente en menos de un semestre. El pasado agosto, el gas crecía sin parar en el mercado holandés, llegando a cotas superiores a los 349 euros por megavatio hora, siendo este su máximo histórico. Tras esto, el precio de la materia prima comenzó a descender, aunque a finales de septiembre seguía instalado sobre los 228 euros por megavatio hora.

En esos momentos, los expertos auguraban un futuro complejo, guiado por unos precios de gas desorbitados y las reservas del hidrocarburo en niveles insuficientes como para sobrepasar el invierno. Pese a esto, la situación ha ido cogiendo color poco a poco. Las naciones europeas, ante la posibilidad de atravesar una temporada invernal realmente complicada, comenzaron a diversificar el suministro energético. El objetivo: reducir la dependencia del gas ruso, y contar con unos niveles óptimos de las reservas de gas.

Europa ha diversificado el suministro energético

Los Estados miembro han ido escogiendo opciones diferentes para diversificar la entrada de energía en sus países. Algunos han optado por potenciar las tecnologías renovables, otros, como Alemania, han decidido extender la vida de las centrales nucleares antes una situación de emergencia y, la mayoría, se ha decantado por la importación de gas natural licuado a través de metaneros. Todo ello, unido a una temperatura benigna para el calendario en el que estamos, ha hecho que el precio del gas en el mercado de referencia ceda hasta los niveles actuales.

No hay que olvidar que la Comisión Europea aprobó el tope del gas en 180 euros por megavatio hora. Pese a ello, y atendiendo al precio actual, hoy por hoy parece complicado que el valor del hidrocarburo ascienda hasta esas marcas. Antonio Castelo, analista de iBroker.es, señala que “aunque la demanda se está recuperando por la caída de las temperaturas, lo cierto es que los precios no están aumentando debido a que la cantidad de gas almacenado se sitúa en máximos históricos”.

El experto comenta que “las exportaciones de gas a Europa se han duplicado y la capacidad de recibir la materia prima por vías diferentes a los gasoductos ha crecido en todos los países habitualmente consumidores”. De ahí que el precio del ‘combustible azul’ en el TTF se mantenga en los niveles más bajos de los últimos dos años.

Los países están bien cubiertos, pero cautela

Pese a que la temporada invernal es larga, los gobiernos europeos han comentado reiteradamente que las reservas actuales de gas dan para pasar un invierno caliente. La última en asegurarlo fue Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, quien comentó el pasado 23 de enero para La Sexta que “el suministro está absolutamente garantizado”. Pese a que el país ibérico no se guía por los precios del TTF, si resulta esclarecedora la posición de España, ya que es una de las naciones del Viejo Continente que también ha importado GNL.

Pese a esto, Teresa Ribera lanzó un mensaje cauto y comentó que “no podemos echar las campanas al vuelo”. Pese a que el mensaje se refería a la situación energética española, se trata de un comentario que podría aplicarse al resto de países de la Unión Europea.

Y es que, pese a que el contexto energético actual es favorable, los expertos y los Ejecutivos internacionales entienden que los precios de la energía se pueden tensar. La realidad es que el precio del gas, pese a haber cedido, sigue instalado en unas cotas elevadas, las cuales, para Antonio Castelo, “seguirán siendo altas, sobre todo si la UE mantiene su interés en rebajar las emisiones de carbono, tal y como exige su regulación”.

Es decir, que el precio de gas en el TTF podría vivir una fase alcista de aquí a finales del presente curso. Hoy por hoy, las estimaciones no apuntan a un crecimiento abrupto, pero sí que podría volver a visitar la zona de los 70 euros por megavatio hora para finales del tercer trimestre.

Las miradas se centran en China

Y es que hay puntos que podrían catalizar los ascensos del hidrocarburo. El principal es la reactivación económica de China. El país asiático ha reabierto sus fronteras tras varios meses de políticas restrictivas contra la covid-19. Pese a que aún está por ver el efecto que tiene la reactivación económica del país asiático sobre los precios de la energía, esta ya se está dejando sentir sobre el valor del crudo. El Brent y el WTI han ido creciendo ante los augurios de una hipotética recuperación de la demanda china.

Castelo cree que “una vez que China reactive su economía, la demanda energética se disparará, entrando en competencia directa con Europa y presionando al alza el precio de los combustibles”. Tras esto, el experto del mercado apunta a que “si la economía china vuelve a niveles precovid, es posible que el precio del gas crezca en los próximos meses y no ceda hasta 2026”.

Por el momento, el precio del gas, pese a ser elevado, se mantiene en un territorio de tranquilidad. Pese a esto, existen factores que podrían alterar el valor de la materia prima en el mercado europeo. La ministra para la Transición Ecológica y de Reto Demográfico señaló a China como el “factor individual” que podría tensionar el mercado. Todo esto sin olvidar que el conflicto armado en Ucrania sigue activo y que cualquier variación podría tener una influencia mayúscula sobre los costes energéticos.