Esta mañana se ha presentado en la sede del Colegio de Economistas de Catalunya la última Encuesta de Situación Económica de Invierno de 2023, donde la mayoría de todos los expertos preguntados, hasta un 60,2% de los economistas catalanes, cree conveniente que el Banco Central Europeo (BCE), continúe con su política de aumento de los tipos de interés. Un 46,8% considera que tendrían que ser incrementos inferiores a los 50 puntos básicos y un 13,4% apuesta por aumentos de 50 puntos básicos o más. Y un 35,1% que opina que tendría que pararla.

Aumentos de 50 puntos progresivos

Entre los partidarios de la actual política monetaria del BCE, la mayoría se decanta por que continúe pero con incrementos inferiores a los 50 puntos básicos (46,8%), mientras que el resto apuesta por seguir con aumentos de 50 puntos básicos o más (13,4%). Esta conclusión se ha dado a grandes rasgos, pero queda marcar una fecha en el calendario de cuando se pondrá freno a esta política de aumentos del tipo de interés. Aunque la encuesta no lo ha recogido, muchos de los economistas citados dan por hecho que la tendencia se mantendrá todo en el 2023, pero empezará a caer ligeramente en el 2024.

En esta derivada, Europa también mira la política económica que acabe desarrollando la Reserva Federal Americana y otros mercados como el inglés o el chino. Josep Lladós, economista del Col·legi y profesor de la UOC, defiende la confianza en que da el BCE ante cualquier situación: "En Suiza no hay ningún tipo de supervisión, se mueven en la opacidad", refiriéndose al caso del banco suizo. Y para|por Lladós, el único problema es que el BCE "viva un riesgo de episodio de miedo y que la gente vaya a retirar el dinero". Pero las medidas estrictas, como la apuesta para aumentar los tipos de interés, calma los mercados a priori.

Objetivo: calmar a los mercados

De esta manera, los aumentos se pueden prolongar de forma sostenida teniendo en cuenta el contexto y los estragos de las últimas semanas. A causa de las turbulencias que se han producido en los mercados en los últimos días se esperaba con mucho interés la última reunión del BCE para que intentara tranquilizar a los inversores y los depositantes de los bancos, destacando la elevada solvencia del sector en Europa, después de los cambios regulatorios llevados a cabo desde la gran crisis financiera del 2008. El mercado descontaba esta subida de medio punto mes en la primera quincena de marzo y esperaba con atención la información que pudiera ofrecer el BCE sobre tres cuestiones importantes: alguna orientación sobre hasta dónde puede llegar la subida de tipo; alguna respuesta por parte de la autoridad monetaria del euro sobre la crisis bancaria de los últimos días y la actualización del cuadro de previsiones de inflación y crecimiento económico.

En la línea del BCE

Con respecto al segundo, Christine Lagarde, presidenta BCE, ya advirtió en la línea de lo que hoy han dicho los economistas catalanes: "El Consejo de gobierno sigue de cerca las tensiones actuales del mercado y está preparado para responder según haga falta para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la Zona Euro. El sector bancario de la zona del euro es resistente, con fuertes posiciones de capital y liquidez.

En cualquier caso, el conjunto de herramientas de política del BCE está completamente equipado para ofrecer apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si es necesario y para preservar la transmisión fluida de la política monetaria". Por eso, el BCE y el Colegio de Economistas de Catalunya consideran que el sector bancario de la zona del euro es resistente y que tiene fuertes posiciones de capital y liquidez y que el BCE de medios para hacer frente a la presión que se percibe en los mercados.