La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se prepara para la regulación europea de los criptoactivos y centrará sus esfuerzos en evitar abusos de mercado. Para ello, entrenará a sus técnicos con formaciones intensivas, elaborará un manual para aquellos proveedores de servicios cripto que quieran obtener la autorización pertinente y aumentará el control en materia de publicidad para este tipo de servicios de inversión.

El organismo presidido por Rodrigo Buenaventura acaba de presentar su nuevo plan de actividades para 2024, con el foco puesto en las criptomonedas, la ciberseguridad y la Inteligencia Artificial (IA). La prioridad del supervisor de los mercados españoles es preparar el terreno para el Reglamento sobre los mercados de criptoactivos (MiCA) y para el Reglamento sobre resiliencia operativa digital del sector financiero (DORA), específicamente en materia de ciberseguridad. 

En este sentido, el responsable de la entidad destacó durante la presentación que "el inversor no debe confundir el hecho de que al estar reguladas ya no tienen riesgo", en referencia a la nueva normativa que está por llegar. Por otro lado, recordó que "no es la misma regulación que la de los instrumentos financieros" y que se acordó antes del colapso de FTX por fraude y blanqueo de su dueño Sam Bankman-Fried, cuando "la percepción del riesgo era inferior", por lo que será un elemento a tener en cuenta.

La CNMV tendrá que vigilar manipulaciones del mercado

Las normas de la ley MiCA se empezarán a aplicar en junio de 2024, pero no lo harán en su totalidad hasta el 30 de diciembre del mismo año, cuando los proveedores de servicios de criptoactivos a terceros (CASP) podrán ser autorizados. Con su entrada en vigor, obligará a todos los países de la Unión Europea a establecer un nuevo marco supervisor sobre estos productos financieros, que deberá aplicarse con "un enfoque homogéneo".

Estos proveedores podrán gestionar una plataforma de negociación de criptoactivos, de manera que, a partir de su autorización, "la CNMV ejercería las funciones relativas al abuso de mercado en la negociación de los criptoactivos sujetos a dicho reglamento", según detalla el organismo en el documento que recoge sus líneas estratégicas para este año. Por lo tanto, de igual forma que ocurre con las empresas cotizadas, MiCa abordará la manipulación de mercado y el uso de información privilegiada.

Además, la CNMV tendrá que intensificar sus labores de supervisión sobre los riesgos que las criptomonedas pueden provocar, más allá de las propias labores que ya ejerce. En este sentido, deberá poner especial atención a "la prestación de servicios transfronterizos o servicios diseñados intencionadamente para eludir la supervisión, que precisará la colaboración con otros supervisores".

Entrenamiento intensivo para los técnicos

La CNMV reconoce que el reglamento "resulta complejo" por los componentes tecnológicos sobre los que trata y que se basa en nuevos modelos de negocio y propuestas financieras "que evolucionan rápidamente". Es por ello que la entidad que preside Buenaventura entrenará a sus técnicos con formaciones intensivas en criptomonedas y la legislación específica para evitar, entre otras cosas, abusos en el mercado.

Si bien la CNMV ya ofreció formaciones generales durante 2023, para este año "se realizará una formación específica e intensiva en criptoactivos y el Reglamento MiCA" para los técnicos que serán responsables de supervisar los distintos ámbitos de esta normativa. De este modo, organizará un programa interno específico y de larga duración para profundizar en estas materias de cara a la futura supervisión de los mercados y proveedores de servicios de criptoactivos.

De forma paralela, el supervisor organizará grupos de trabajo con el sector "para conseguir una capacitación práctica y orientada" a la aplicación de MiCA y que permita a la CNMV conocer en detalle el funcionamiento de los proveedores de servicios de criptomonedas, "junto con los procesos de emisión de criptoactivos y los distintos modelos de negocio".

Un manual para proveedores y más control a la publicidad

La normativa impulsada desde Bruselas supone que la CNMV recibirá los denominados libros blancos de criptoactivos de las emisiones o las admisiones a negociación, junto con una serie de documentos adicionales. Toda esta información deberá comunicarla y enviarla a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), así como a los supervisores de los países de la UE donde se vaya a ofertar o admitir a negociación. Para gestionar esta avalancha de información, el organismo desarrollará una aplicación informática, tanto para recibir y gestionar internamente, como para enviar los documentos a las autoridades correspondientes.

Respecto a los proveedores, el objetivo de los técnicos será anticiparse al interés en la prestación de servicios de criptoactivos, para evitar "cuellos de botella a inicios de 2025", según explicó el presidente de la CNMV. De este modo, enviará una solicitud de información a las entidades inscritas en el registro de proveedores de servicios con potencial interés.

Por otro lado, elaborará un manual sobre los procesos para la autorización e inscripción de proveedores de servicios sobre criptoactivos, para facilitar el proceso y proporcionar una guía sobre la documentación e información exigibles. Además, definirá la información mediante "ficheros estandarizados de intercambio de datos" o, en su caso, el desarrollo de una circular.

Por último, otro de los pilares de la estrategia que ha marcado para 2024 el supervisor es aumentar el control de la publicidad sobre criptoactivos para alertar sobre sus riesgos. Buenaventura quiere revisar la circular relativa a la publicidad de estos productos "con el objetivo de realizar las adaptaciones necesarias derivadas de la experiencia supervisora de los últimos años" y para ajustarla al reglamento MiCA, entre otros aspectos.