Los sueldos de empleados son un 8,8% mayores que el año pasado y los directivos cobran este año un 3,29% más, ambos por encima del 3,1% de inflación interanual. Pero ha sido un mal año para los cargos intermedios, los únicos que cobran menos que el año pasado, un 3,83% según el informe Evolución salarial 2007-2023, presentado este miércoles por EADA Business School.

Según la encuesta realizada a partir de 80.000 datos salariales, los trabajadores cobran de media 26.406 euros anuales, 2.137 euros más que el año pasado, los cargos intermedios 43.062 euros, 1.716 euros anuales menos que el año pasado, y los directivos 88.347 euros, lo que supone 2.816 euros por encima del anual de 2022. 

 

 

Según uno de los autores del estudio, el investigador del Grupo ICSA David Suárez, "los sueldos de los empleados han subido por el aumento del SMI, los convenios colectivos y la falta de personal en algunos sectores", mientras que los de los directivos lo han hecho "por el cumplimiento de objetivos".

Los mandos intermedios, en cambio, han sido castigados por "la promoción interna con sueldos inferiores o el reparto de tareas", pero también "porque la inteligencia artificial empieza a reemplazar algunas de estas funciones y el resto las pueden asumir empleados", ha apuntado el doctor en Economía y Empresa de EADA, Jordi Assens. Ha avisado además de que esta tendencia se agudizará en los próximos años. 

El estudio de EADA repasa la evolución de los sueldos y del poder adquisitivo de los españoles desde el año 2007, justo antes de que estallara la crisis por la burbuja inmobiliaria. Los directivos cobraban 68.705 euros en 2007 y ahora 88.347 euros, un 28% más que entonces. Los empleados cobraban 19.588 euros al año y ahora ganan un 34,81% más con estos 26.406 euros anuales, mientras que los cargos directivos, pese al retroceso de este año, han aumentado un 23,73% en relación con el 2007.

La proporción entre empleados y directivos se ha reducido de 3,5 a 3,3, que son las veces que un directivo cobra el sueldo de un empleado base. 

En estos 16 años, los empleados rasos son quienes más veces han visto caer sus sueldos: en 2009, en 2010, en 2011, en 2012, en 2013 y en 2020, hasta seis veces, mientras que los directivos se bajaron los sueldos tan solo en tres ocasiones, en 2009, 2013 y 2020. Los mandos intermedios han visto caer su salario en 2010, 2011, 2012 y 2020, cuatro veces.

El poder adquisitivo de antes de la crisis no se recupera

En cuanto al poder adquisitivo, ninguna de las tres categorías ha conseguido aumentarlo después de estos 16 años por culpa de la inflación. Después de la fuerte subida del IPC en 2022, el acumulado desde 2007 es de un 36,1% de subida de sueldo, ligeramente por encima del 34,8% que han aumentado los empleados y también por encima del 28,59% de subida de los directivos y del 23.73% de los cargos intermedios.  

"Las empresas optan por incrementar los sueldos en estos dos extremos y existe un perjuicio en los mandos intermedios", ha analizado Jordi Assens, que insiste en que la inteligencia artificial puede agudizar este proceso.  Assens también ha alertado de que "en los últimos meses, los abogados laboralistas han recibido más consultas por despidos y ERE", en lo que podría avanzar una subida de sueldos. 

Para Assens, las mejoras reflejadas por el Producto Interior Bruto no se traducen en una mejora de la economía porque "si el poder adquisitivo no se recupera, significa que las personas reducen el consumo" y todo ello "con una deuda pública del 100%". "Que la economía de España mejore es algo que se puede ver desde diferentes puntos de vista, pero que haya crecimiento no significa que mejore la economía", ha completado Assens. 

El estudio, de hecho, menciona también la evolución del PIB y su mejora del 2,3% en 2023, así como el número de parados, que está en su mejor momento desde el año 2009 con 2,8 millones de desempleados, pero aún peor que inmediatamente antes de la crisis, cuando había 1,76 millones de personas en paro. 

Assens expresa que para que el poder adquisitivo consiga empezar a aumentar "es necesario que la inflación sea baja", por lo que recomienda un control de la inflación y de los oligopolios, así como un aumento de la productividad, que vendrá dado en parte por la inteligencia artificial. Esta tecnología "hará necesario un reskilling de los trabajadores", ha apuntado Assens. El crecimiento de las empresas y la vinculación de salarios y horarios con productividad y objetivos son otras de las recomendaciones del estudio para que poder adquisitivo y economía crezcan de la mano.