En apenas cinco días, la banca enfrentará tres reuniones claves. La primera el martes 12. La asociación que representa a CaixaBank o Unicaja, CECA, tiene una cita con la representación laboral para negociar mejoras salariales de cara a 2024 en el contexto del nuevo convenio colectivo. El jueves 14 será el turno de AEB, la patronal de Santander, BBVA y Sabadell, que también tratará de acordar con los sindicatos una nueva subida. Mientras que el lunes 18, los principales banqueros del país tendrán un encuentro con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, para solventar el tema de las ayudas a hipotecados vulnerables.

Esta última cita será la más complicada. Calviño quiere dejarlo atado antes de dejar su cargo y pasar a la presidencia del BEI, algo que podría dilatarse un par de meses, según comentó recientemente el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Toda la banca ha defendido que el Código de Buenas Prácticas, que es como se conoce de manera formal a estas ayudas, está funcionando bien y aseguran que si no tiene tantas solicitudes como se esperaba es porque la economía está yendo mejor de lo previsto.

El propio Banco de España ha respaldado esta tesis, aunque también es cierto que ha dejado en evidencia las cifras anunciadas por el Gobierno. Y es que Economía anunció que las ayudas de alivio para hipotecados podrían llegar a un millón de hogares en dos años y el supervisor indicó que como mucho llegarían a 270.000 hogares.

Casi un año después de su puesta en marcha (arrancaron en enero) apenas 42.000 familias han solicitado estas ayudas y casi el 50% han sido rechazadas porque no cumplían los requisitos, según datos aportados por el propio BdE. Y es precisamente aquí donde quiere intervenir Calviño, en modificar los requisitos para que lleguen a más familias y sus solicitudes no sean rechazadas.

El propio Pedro Sánchez anunció el día de su investidura que ampliaría de 29.000 a 38.000 euros el umbral de renta para solicitar el Código de Buenas Prácticas. Aunque claro, esta decisión debe negociarse primero con la banca, que se opone. El gobernador del Banco de España, además, considera que no es necesario. Muy en línea con lo que defiende el sector, Pablo Hernández de Cos indicaba hace solo unos días que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la banca para aliviar la carga hipotecaria de las familias ante la rápida subida de tipos de interés, es positivo.

“El uso está siendo todavía limitado porque la economía ha ido razonablemente bien. Creo que todos nos hemos sorprendido de la resiliencia, en particular del mercado de trabajo", indicaba. Las patronales del sector financiero, AEB y CECA, también han rechazado que se modifique el Código tras el anuncio de Sánchez.

Defienden que la situación económica española es "mejor de lo que se esperaba" en términos de empleo, morosidad y ahorro, lo que reduce la cantidad de familias que necesitan recurrir a esta herramienta. Y aseguran que los bancos han puesto en marcha otras iniciativas "más allá del Código", como las refinanciaciones, y que en un 60% de ellas se han alcanzado acuerdos, por lo que no hace falta modificar las ayudas.

Tan solo las asociaciones de consumidores, como Asufin, que también asistirá a esta reunión, se ha mostrado a favor de hacer mejoras, además del propio Gobierno. Por lo que se espera un largo debate el lunes día 18 de diciembre.

Una nueva subida salarial para 150.000 trabajadores

Entre finales de 2022 y principios de 2023, CECA y AEB ya tuvieron que pactar con los sindicatos una subida salarial dado el contexto de alta inflación. Dichas subidas fueron del 4,5%, pero solo aplican este año, de manera que los trabajadores piden que se extiendan y se mejoren en el marco del nuevo convenio colectivo.

Los elevados precios y el menor poder adquisitivo de las plantillas han llevado a las patronales y los sindicatos a iniciar de manera anticipada la negociación de un nuevo convenio de ahorro y de banca, que no caducaba hasta el último día del año. La representación laboral trata de consensuar mejoras de todo tipo, pero sobre todo salariales, para que puedan empezar a aplicarse desde enero.

FINE, CCOO y UGT, los que tienen mayor representación, exigen a CECA y a la Asociación de Banca Española (AEB) mejoras sobre tres ejes: salario, préstamos y clima laboral. En concreto, piden que los próximos días 12 y 14, realicen una contrapropuesta sobre el incremento salarial que han presentado.

Su propuesta consiste en subidas de entre el 17% y el 23% en tres años. También que se limite al 1% (hasta al menos octubre de 2024) el interés que pagan los empleados por los préstamos, como las hipotecas, que tanto se han encarecido con la subida del euríbor. Además de otras medidas sectoriales que mejoren el clima laboral, por ejemplo, rebajar la presión comercial, la carga de trabajo (dotándoles de más plantilla), y atajar los riesgos psicosociales.