El Sabadell echa el freno y paraliza las prejubilaciones de más de un centenar de trabajadores previstas para este 2024. El banco que preside Josep Oliu y dirige César González-Bueno iba a poner en marcha, como suele hacer cada año, un plan de salidas voluntarias para sus empleados de la red de sucursales y servicios centrales en España en edad cercana a la jubilación. Dichas salidas no se negocian con los sindicatos, sino que se pactan de manera individual. Y para este ejercicio, el banco contemplaba un máximo de 150, que de momento, se han cancelado.

El banco, que ya había pactado a título personal con cada afectado su prejubilación, no ha comunicado si retomará las bajas más adelante, según explican fuentes financieras. Las mismas indican que estas prejubilaciones se iban a financiar con los ingresos obtenidos de la venta de la filial de pagos (Paycomet) al grupo italiano Nexi.

Hay que recordar que el banco catalán firmó un acuerdo con Nexi en febrero de 2023 que consistía en la venta del 80% de Paycomet por 280 millones de euros. El 20% restante quedaba en manos del Sabadell durante al menos tres años. A partir de 2027, la entidad puede activar la opción de venta por otros 70 millones más. De esta manera, el banco se desharía del 100% de la filial de pagos por un total de 350 millones de euros.

En el momento del anuncio de la operación, en febrero de 2023, la previsión del Sabadell era traspasar ese 80% en el cuarto trimestre de ese año, pero César González-Bueno explicó en la presentación de los resultados del primer trimestre (el pasado mes de abril) que la operación todavía estaba pendiente de recibir las autorizaciones regulatorias finales y no sería hasta este segundo trimestre de 2024 cuando se realizaría.

Así, las salidas de estos 100-150 trabajadores (ya programadas y anunciadas, según las fuentes) se retrasaron hasta este trimestre, en el que se ha cruzado la opa hostil del BBVA y ha modificado los planes del banco. El Sabadell necesita ahora “todo el talento posible”, indican fuentes cercanas a la entidad.

El banco que preside Carlos Torres anunció su intención de comprar el 100% del Sabadell el pasado 9 de mayo y lanzó la opa de manera formal el pasado día 24. Ahora, el BBVA espera recibir el visto bueno de los distintos reguladores y supervisores, como la CNMV, el Banco Central Europeo o la CNMC.

Por su parte, el Sabadell no puede realizar ninguna operación relevante que afecte al balance del grupo como compras o ventas, por el derecho de pasividad que debe adquirir, según recoge la ley de opas. Aunque sí puede seguir adelante con las operaciones iniciadas antes del anuncio de la opa, como es el caso de la venta a Nexi de parte de su negocio de pagos.

El negocio de pagos del Sabadell se ha convertido en una de las áreas que más ingresos aporta al banco catalán en los últimos años. El crecimiento se ha acelerado desde que en la pandemia se impulsara el pago con tarjeta en detrimento del efectivo, según explicó el CEO. En 2022 el negocio de adquirencia del banco (que incluye los TPV y las tarjetas) había alcanzado un máximo histórico al facturar casi 70.000 millones. Pero en 2023 superó incluso los 76.000 millones. Y en este contexto, el banco empezó a negociar la venta del negocio a finales de 2022. Además de Nexi, estuvo interesada la empresa estadounidense Worldline.

Sin embargo, la oferta del grupo italiano Nexi resultó más atractiva para el banco catalán que buscaba que su nuevo socio le ayudara a potenciar el negocio de pagos con más avances tecnológicos. El Sabadell no quiere desprenderse del 100% de Paycoment de manera inmediata. Por ello, el banco y Nexi se aliaron para dar servicio de pagos de manera conjunta durante al menos diez años prorrogables.

El Sabadell necesita todo el talento posible

Tras el anuncio de la opa hostil del BBVA, el banco catalán ha querido centrarse en demostrar a sus accionistas que puede seguir creciendo en solitario y ser rentable, sin fusiones. Así, el Sabadell se ha propuesto seguir batiendo los resultados récord de los últimos trimestres y mejorar sus cifras de clientes, cuentas, hipotecas y créditos.

Para ello necesita a todo el personal (cuenta con unos 14.000 trabajadores en España) en las sucursales y en los servicios centrales. Por lo que descarta, de momento, poner en marcha las salidas, mediante prejubilaciones, que suele activar cada año para reducir costes y rejuvenecer plantilla.