TSB renueva su consejo de administración con dos nuevos directivos de alto perfil tecnológico. En concreto, la filial británica de Sabadell ha fichado a Zahra Bahrololoumi, consejera delegada de Salesforce en Reino Unido e Irlanda, y Ahmed Essam, CEO de Vodafone en UK, en un momento donde el grupo tiene como prioridad, tanto en España como en Reino Unido, acelerar la transformación digital, según lo anunciado en el Plan Estratégico presentado al mercado en 2021.

Los nuevos directivos aportarán al banco “un amplio conocimiento en innovación digital, transformación y clientes”, explica TSB en un comunicado. Zahra Bahrololoumi pasó más de 22 años en Accenture, donde ha tenido varios puestos ejecutivos, y desde marzo de 2021 es la directora ejecutiva de Salesforce en Reino Unido e Irlanda.

Mientras que Ahmed Essam, es consejero delegado de Vodafone en Reino Unido desde febrero de 2021, pero en su más de veinte años trabajando en el operador, ha ocupado diversos cargos comerciales y ejecutivos. “Zahra y Ahmed tienen una amplia experiencia en todo el espectro empresarial, incluida la consultoría, las telecomunicaciones y la tecnología. Serán excelentes incorporaciones para el consejo de TSB, fortaleciendo nuestra experiencia y brindando asesoramiento relevante”, destaca el presidente de TSB, Nick Prettejohn, en una nota.

Nick Prettejohn se incorporó como presidente de TSB en noviembre de 2021, mientras que Robin Bulloch, asumió el cargo de consejero delegado en abril de 2022. La filial británica del Sabadell ha vivido un importante proceso de transformación en los últimos dos años y en 2022, alcanzó su mejor resultado desde que se incorporó al grupo Sabadell.

En concreto, TSB logró un beneficio antes de impuestos de 184 millones de libras en el último ejercicio, un 16,5% más que en 2021. La cifra incluye el impacto de la multa de 48,65 millones de libras que ha tenido que pagar el banco a los reguladores británicos – en concreto a la Financial Conduct Authority (FCA)- en el cuarto trimestre de 2022. Con ella, el banco pasó página y cerró el capítulo de la migración tecnológica que tantos problemas le ha acarreado desde 2018.

De hecho, TSB solo obtuvo pérdidas en los primeros años. En 2018, el año de la migración, perdió 240 millones. En 2019, cuando Sabadell ya dio por solucionada la crisis, los números rojos se redujeron a 45 millones, pero en 2020 -un año complicado para el grupo, donde se plantearon hasta una fusión con BBVA- se elevaron de nuevo hasta los 220 millones de euros.

Pero los cambios en la cúpula y los planes de eficiencia de los últimos años, mediante recorte de personal y oficinas, han hecho que la filial británica del Banco Sabadell vuelva a la senda de beneficios. En 2021 la aportación al grupo ya fue positiva, de 118 millones y en 2022, de 87 millones de euros por el impacto de la multa. Así, César González-Bueno, CEO de Sabadell y su presidente, Josep Oliu, han insistido en los últimos meses que TSB no se vende pese a recibir una oferta de hasta 1.180 millones por parte de Co-operative Bank. El banco confía en que el negocio en Reino Unido aporte a los resultados del grupo entre un 20% y un 25% del total, frente al 10% que aportó en 2022.