Ryanair se ha visto 'obligada' a reprogramar la temporada de invierno, que arranca en octubre y se extiende hasta marzo, por el retraso de los nuevos aviones que había encargado a Boeing y con los que esperaba contar durante estos meses. La aerolínea explica en un comunicado que ha tenido que realizar "una serie de reducciones" en el número de vuelos que va a operar y tendrá que cancelar vuelos. "Se comunicarán a todos los pasajeros afectados en los próximos días", lamenta. La compañía indica también que está trabajando con Boeing para intentar acelerar las entregas durante los primeros meses de 2024 y poder así llegar a tiempo a la temporada alta (la de verano, que arranca en abril) con las entregas de aviones previstas. Si bien, tiene prevista la mayor programación de vuelos de su historia y podría verse truncada. 

La compañía aérea, que es la que de mayor tráfico de pasajeros en Europa, detalla en un comunicado que, esperaba recibir 27 aviones entre septiembre y diciembre, "pero debido a los retrasos de producción en las instalaciones de Spirit Fuselage en Wichita, sumado a los retrasos en las reparaciones y entregas de Boeing en Seattle", Ryanair espera ahora recibir prácticamente la mitad, unos 14 aviones entre octubre y diciembre. 

Como resultado de estos retrasos en las entregas, añade, Ryanair realizará esta semana una serie de ajustes en su programa de invierno de 2023. Así, se reducirá en tres el número de aviones con base en Charleroi (Francia), en 2 los de Dublín (Irlanda), y se reducirán también 5 aviones de las 4 bases italianas, incluyendo Bérgamo, Nápoles y Pisa. Asimismo, la aerolínea confirma que habrá reducciones de aviones en East Midlands (Inglaterra), Oporto (Portugal) y Colonia (Alemania).

En un comunicado, Ryanair "pide disculpas por estas reducciones inevitables en su programación de invierno de 2023" y reconoce que "no dispone de aviones de repuesto este invierno", ya que es necesario realizar un mantenimiento programado en toda su flota de más de 550 aeronaves con el fin de tenerlas disponibles para el mayor programa de verano que la compañía tiene previsto para 2024. 

Hay que recordar que Ryanair realizó en mayo el mayor pedido de aviones de su historia, 300 Boeing que prevé ir incorporando a su flota hasta 2034. La empresa, que invertirá unos 36.500 millones de dólares, esperan aumentar la capacidad y con ello, el número de pasajeros. Por ejemplo, en España su objetivo es pasar de los 50 millones de pasajeros, que era el objetivo para el año fiscal 2023, a los 52 millones el año que viene. Pese a los retrasos, Ryanair asegura que las cifras no se verán alteradas.

"A estas alturas, no esperamos que la situación afecte materialmente a nuestro objetivo de tráfico para todo el año de 183,5 millones, pero si los retrasos empeoran o se prolongan más en el periodo de enero a marzo de 2024, es posible que tengamos que revisar esta cifra y ajustarla ligeramente a la baja", declara Michael O'Leary, CEO de Ryanair.

"Estamos trabajando muy de cerca con Boeing y su proveedor, Spirit, para minimizar estos retrasos en las entregas. Es muy lamentable que los problemas de producción en Wichita y en Seattle hayan vuelto a retrasar las entregas contratadas por Ryanair a Boeing para este invierno. Mantenemos un diálogo regular con Boeing y nuestro principal objetivo es garantizar la entrega de los 57 aviones B737 contratados antes de finales de mayo de 2024 para que la flota de Ryanair pueda crecer hasta más de 600 aviones de cara a lo que será nuestro mayor programa de vuelos de verano", apunta.

Las cancelaciones de vuelos, "se comunicarán a todos los pasajeros afectados por correo electrónico en los próximos días. Se les ofrecerá el realojamiento en vuelos alternativos o el reembolso íntegro si así lo desean", concluye el consejero delegado.