La locura se ha desatado después de la quiebra de dos bancos estadounidenses, Silicon Valley Bank y Signature Bank, además del colapso de Credit Suisse sufrido el miércoles. Son muchos los que se han preguntado si podría generarse una crisis financiera mundial, como la de 2008 y si la banca española podría verse afectada como entonces. Todos los expertos, reguladores y supervisores bancarios, españoles y europeos, aseguran que el sector está sano y alejan la probabilidad de que esto ocurra.

Pero en el peor de los casos, si un banco español cayera, siempre surge el gran interrogante: qué pasaría con la hipoteca, incluso con el dinero que está depositado en la cuenta. En España esto ya ha ocurrido. El Banco Popular quebró en 2017 y el Banco Santander lo compró simbólicamente por un euro. En ese caso, el segundo banco absorbió a todos los clientes del primero, de manera que estos siguieron pagando sus cuotas de la hipoteca o préstamos y accediendo a su dinero sin problema.

A priori, lo que las instituciones han intentado hacer siempre es salvar a los clientes para que nunca salgan perjudicados, bien porque un banco con pulmón financiero compre al quebrado, como fue el caso del Santander-Popular, o bien porque el Estado lo rescate. Esto también se ha vivido en España, durante 2013 y 2014 el Gobierno tuvo que inyectar dinero a más de una decena de bancos. Entre ellos, Bankia, Banco de Valencia, Liberbank, Caja Castilla-La Mancha o Caixa Catalunya. En total se desembolsaron más de 64.000 millones de euros, lo que hizo que estas entidades pudieran seguir en pie.

En el supuesto más extremo, donde ni un banco ni el Estado quisieran intervenir, la hipoteca también se seguirá pagando. Las deudas contraídas con la entidad permanecen, pero puede que por ejemplo otro banco se quede la cartera de hipotecas y entonces sea a este a quien se le debe el dinero ahora. Es decir, tener la hipoteca con un banco quebrado no supone ninguna ventaja porque la deuda pendiente se seguirá pagando ya sea a otra entidad o al Estado.

"Si quiebra tu banco y tú tenías una hipoteca no pasa nada, solo tendrás que esperar el proceso de quien se queda con ese banco. Cuando esto se resuelva, el deudor tendrá que seguir pagando la hipoteca, la cuota mensual, pero a otro banco. El saldo de la deuda también será el mismo”, explica Luis Irigoyen, economista consultor financiero senior de OVB España.

Ahora bien, si lo que tienes es un dinero metido en el banco y tu banco quiebra, “entonces cambia la película”, entra en juego el Fondo de Garantía de Depósitos que garantiza 100.000 euros por cliente y por cuenta. En este caso, si una persona tiene 80.000 euros, el Fondo le va a devolver los 80.000; pero si tiene 150.000, solo recibirá 100.000 y para recuperar los 50.000 restantes “vas a tener que ponerte como acreedor a la cola del concurso de  acreedores del banco que ha quebrado”.

Si ese fuera el caso, añade el economista, cuando el juez liquide el banco, los primeros que cobran son las grandes instituciones públicas como Hacienda o la Seguridad Social. Luego paga a los grandes acreedores del banco y, por último, a los clientes. “Si el banco tenía mucho patrimonio, cobrarán todos, pero si ha quebrado será porque no tenía tanto, es el riesgo que tiene la gente cuando tiene más de 100.000 euros en un mismo banco”.

Asimismo, Irigoyen indica que esto no sucede si se invierte el dinero en aseguradoras porque cuando una aseguradora quiebra, quien devuelve el dinero es el Consorcio de Compensación de Seguros y este no tiene límites, “si tenías 200.000 euros es lo que te devuelven” y eso es así porque aquí cambia el orden para cobrar, en una aseguradora los primeros que recuperan su dinero son los clientes particulares.

¿Hay riesgo de que quiebre un banco español?

Con la quiebra la semana pasada de una gran entidad de crédito estadounidense, Silicon Valley Bank (SVB), aumenta la preocupación por una nueva crisis financiera. Aunque las razones de la quiebra del SVB son muy específicas, sí que ha producido un efecto cascada entre otros bancos regionales y se han cerrado un par de bancos más pequeños, como Signature Bank o Silvergate también en Estados Unidos.

“Pero no hay por qué alarmarse. Es improbable que las quiebras bancarias en EE.UU. provoquen una crisis financiera mundial, dado que los balances de la mayoría de los bancos globales son mucho más sólidos que hace 15 años”, explican desde el equipo de análisis de J. Safra Sarasin.

Una opinión que comparten los analistas de Scope Group, que aseguran que “no estamos asistiendo al inicio de otra crisis bancaria que se extienda de EE.UU. a Europa y más allá”. Además, dan por seguro que la confianza del mercado en la mayoría de los grandes bancos europeos tras el batacazo en bolsa de los últimos días “se recuperará a su debido tiempo y más pronto que tarde, porque no hay razón para que no lo haga”.