La cementera Molins ha registrado una disminución del 6% en los beneficios trimestrales a causa del cambio de divisas en el negocio de algunas de sus filiales. En concreto, el grupo Molins ha obtenido unas ganancias de 48 millones de euros, que equivale a un beneficio por acción de 0,73 euros, a causa principalmente del efecto desfavorable de la depreciación del peso mexicano, que ha contrarrestado la mejora de los resultados operativos y del resultado financiero.

Entre enero y marzo de 2025, la compañía han alcanzado unas ventas globales de 327 millones de euros, un 3% inferior respecto al mismo periodo del año anterior, significativamente impactadas por la devaluación del peso mexicano y argentino. No obstante, a tipos de cambio constantes, las ventas han aumentado un 6% respecto al año anterior, impulsadas principalmente por los aumentos de precios en un contexto de ralentización de los mercados y elevada incertidumbre económica global por el endurecimiento de las políticas arancelarias, ha especificado en un comunicado.

En otros mercados, como el español y el argentino, el grupo ha visto atenuadas sus ventas por un cierto parón en el segmento de la construcción y, por lo tanto, con una caída de la demanda de cementos. Molins determina que las fuertes lluvias registradas en España y en Argentina han afectado la actividad de la construcción durante el mes de marzo.

A pesar de este entorno, el consejero delegado del grupo, Marcos Cela, considera que las operaciones de Molins "han mantenido una evolución positiva, apoyadas en una gestión eficiente y en la capacidad de adaptación de todo el equipo". Cela valora "la solidez de nuestro modelo operativo, en un entorno global de gran incertidumbre y marcado por la volatilidad de las divisas”.

Respecto al resultado operativo (ebitda), Molins ha ingresado 87 millones de euros, un 3% inferior respecto al año anterior. Sin embargo, si se eliminan los efectos del tipo de cambio, el ebitda ha aumentado un 9% respecto al año anterior, "reflejo de la eficiencia operativa y de la contribución neta de precios sobre costes", señala. En este sentido, destaca el incremento en los negocios en Europa y Sudamérica. El margen de ebitda se situó en el 26,7%, al cierre del primer trimestre de 2025, porcentaje que se situa ligeramente por debajo del año anterior, manteniéndose el margen anualizado en el 26%.

La deuda financiera neta disminuyó ligeramente durante el primer trimestre, alcanzando el saldo neto de tesorería de 102 millones de euros. Esta sólida situación financiera continúa siendo una gran palanca para el desarrollo de nuevas oportunidades de crecimiento y para continuar ejecutando las inversiones previstas en la hoja de ruta de sostenibilidad 2030.

El máximo directivo del grupo señala, en el mismo comunicado, que la compañía sigue focalizada en "la eficiencia, la sostenibilidad y la creación de valor a largo plazo". "Este desempeño -añade- es reflejo del compromiso de las personas que forman parte de Molins y de nuestra visión compartida para afrontar con decisión los retos del presente y del futuro".